lunes, 30 de marzo de 2009

La segunda (o tercera) juventud de Sylvinho


En las plantillas, y más en las que pretenden ser campeonas, siempre debe haber algún futbolista del estilo a Sylvinho. Jugadores que nunca entran en las quinielas para formar en el once ideal pero que asumen su rol y dan la cara en todo momento. Futbolistas llegados para ser un recurso pero que nunca son un problema, sino una solución. Profesionales que no siempre son recordados como me merecen pero que permiten a un buen número de jugadores ser un equipo.

Silvio Mendes llegó a Barcelona en el verano de 2004. Había descendido a Segunda División con el Celta y Txiki vio en el brasileño una buena solución para el lateral zurdo. Al igual que Giovanni van Bronckhorst, con el que compartió posición durante tres temporadas, había abandonado en su día el Arsenal ante el ostracismo al que Ashley Cole le había relegado. Su precio (1'5 millones de euros, apenas 250 millones de pesetas) invitaban a probar fortuna. Y Sylvinho no defraudó.

Frank Rijkaard siempre tuvo claro que su titular era Gio, pero al igual que sucedió en otras posiciones sobre el terreno de juego, recurrió durante sus años dorados a las rotaciones para mantener frescas las piernas ante el reto de ganar Liga y Champions. Por ello, en todo momento Sylvinho se sintió importante dentro del equipo, jugando casi la totalidad de la Copa del Rey y más de diez partidos por temporada de Liga. Y, sobre todo, dentro del vestuario. Su personalidad responsable y su profesionalidad le llevaron a ser un auténtico 'padre', un gran consejero para los más jóvenes y las estrellas. Si el Barça de Rijkaard comenzó a desmoronarse fue en parte porque gente como Ronaldinho dejó de mirarse en el espejo de ese veterano lateral brasileño que nunca levantaba la voz.

Siempre fue, como ya se ha dicho, la 'rotación' de Van Bronckhorst. Muchos otros hubieran dicho en rueda de prensa aquello de "quiero jugar más", pero Sylvinho no. Sylvinho conocía su cometido y como tal, entrenaba a tope siempre para estar a punto, era un ejemplo para sus compañeros y demostraba sobre el césped que se podía contar con él. Su técnico sabía que no iba a defraudarle. Su participación, por ejemplo, en la Champions ganada por el Barça se limitó a 21 minutos en Stanford Bridge por lesión de Gio. ¿Alguien le oyó quejarse? Nadie. Y, pese a ello, celebró como el que más el título, eso sí, después de consolar uno por uno a sus ex-compañeros del Arsenal.

Pero si en el vestuario era un ejemplo, también lo era en las ruedas de prensa, en sus declaraciones. Recuerdo siempre una ocasión en la que Raúl Bravo afirmó que siempre quería que perdiera el Barça. Cuestionado al respecto, y donde los más brucos hubieran dicho "yo siempre quiero que pierda el Madrid" y los más diplomáticos "no opino de lo que dicen desde otros equipos", Sylvinho afirmó "yo siempre quiero que gane el Barça". La mejor manera de aunar en una sola frase el "me da igual lo que digan desde otros equipos" y el "yo me centro únicamente en mi equipo". Cuando las cosas no han ido bien, siempre ha dado la cara, aunque los responsables fueran otros.

Ha sido y es, por tanto, un ejemplo en los entrenamientos, en la rueda de prensa, en el césped y en el vestuario. Por todo ello, con 35 años sigue en el Barça pese a que renueva anualmente desde hace ya tres temporadas. Por eso y porque sigue en buena forma. No está para ser titular toda la temporada (los años pesan) pero sigue siendo un valor seguro en caso de necesidad, como ha sido ahora la ausencia por lesión de Abidal. Aunque no sea un gran defensor, cumple. Gran parte del actual éxito (que esperemos se traduzca en títulos) lleva por apellido Mendes.

Sylvinho, durante un partido de Liga de Campeones (Foto, EFE)

lunes, 23 de marzo de 2009

Al son de Xavi

Nuevo triunfo, nueva goleada, nuevo festival. El Barça camina con paso firme hacia el título, no entiende de presión y ayer vapuleó al equipo revelación del campeonato, que salió escaldado del Camp Nou. El Málaga fue un juguete en manos del equipo de Pep Guardiola, que desfiló al son de Xavi.

Estaba en las últimas fechas algo flojo el de Terrasa, lo que había hecho crecer hasta el infinito la importancia de Iniesta. El albaceteño es fundamental, pero Xavi es básico. Cuando Xavi está flojo, eso sí, Iniesta pasa a ser imprescindible. Afortunadamente, la enésima lesión de Andrés esta temporada no parece que le vaya a alejar de los terrenos de juego mucho tiempo.

Ayer Xavi volvió a ser el de las mejores tardes. Dio un recital en la conducción y en la dirección del juego, se asoció a las mil maravillas con futbolistas que entienden el juego como Iniesta y Henry y los que son matadores como Messi y Eto'o, pero es que además abrió la lata con un buen disparo y dio dos asistencias de gol con pases magistrales entre líneas. Un lujo. Xavi ya acumula esta temporada cinco goles, todos ellos importantes, y es el máximo asistente, superando al prodigioso Jesús Navas. Unos datos al alcance de muy pocos.

Antes de que el catalán batiera por primera vez a Goitia, sin embargo, ya se vislumbró que el encuentro solo tenía un resultado posible, el triunfo local. Antonio Tapia aseguró que la intención de su Málaga era quitarle el balón al Barça y en los primeros minutos se vio que eso era imposible; los azulgrana tenían una posesión del 80%. Intentó el Málaga jugar de tú a tú, sin recurrir a la asquerosa y denunciable 'táctica Espanyol' y cabó su propia tumba. Iniesta porbó al meta malaguista, Cáceres cabeceó alto y un remate con la testa de Henry se perdió rozando el poste en los primeros 15 minutos. Nada hacía presagiar que el triunfo no acabaría llegando.

Y cuando Xavi recogió en el área tras un buen centro de Eto'o, se apagó la luz para el Málaga. El de Terrasa controló y chutó de manera inapelable, además de celebrar el tanto tan 'sosamente' como nos tiene acostumbrados. Poco después Messi dio su ración semanal de magia y antes del descanso Henry y Eto'o sentenciaron tras dos buenas jugadas colectivas y dos asistencias de lujo del egarense.

La segunda mutad parecía un trámite pero dejó varias datos útiles. El Barça siguió apretando durante un cuarto de hora y completó el set. Alves peinó con suavidad un balón de oro de Iniesta y Samuel alojó en las redes una muestra de compañerismo de Thierry, sublime como en los últimos tiempos. Cáceres realizó un buen encuentro al fin y Valdés permitió que el set se cerrara en blanco (6-0) con dos soberbias manos en las dos mejores llegadas del conjunto andaluz. Bojan pudo lograr el séptimo y si no llegaron más goles fue porqu el equipo, como es lógico, bajó el pistón.

Para la columna de las cosas negativas quedan las lesiones de Touré e Iniesta, auqnue la presencia de partidos internacionales permitirá recuperarlos, en principio, para el duelo ante el Bayern.

Una nueva exhibición antes del parón para calmar los ánimos antes de los dos meses en los que el Barça se juega todo el trabajo realizado hasta ahora. Pero dos meses a los que el Barça llega en una situación envidiable.

Henry festeja el 3-0 (Foto, Reuters, publicada en elmundo.es)

lunes, 16 de marzo de 2009

Cabeza fría


Para ser campeón hay que tener la cabeza fría. Si no logras mantener la calma en los momentos de tensión, acabarás afrontándolos mal y perdiendo los títulos en juego. Esta semana el Barça y Pep Guardiola han demostrado sobradamente que cumplen con ese requisito.

La victoria del Real Madrid en San Mamés (2-5) exigía lograr los tres puntos en Almería, en un feudo peligroso. Posiblemente el 90% de los entrenadores hubieran sacado toda su artillería por dos razones; hay que amarrar los puntos y, si no es posible, yo me libro de críticas, "he sacado a los mejores pero no ha podido ser".

Pero Guardiola tiene la cabeza fría. Su intención era dar descanso a Eto'o y Henry tras las últimas semanas de gran desgaste y no se dejó influenciar por el entorno y la coyuntura. ¿Ha ganado el Madrid? Muy bien, más exigencia, pero mismo plan. Bojan en punta, titular por segunda vez en la Liga, en la que aún no se había estrenado como goleador. E Iniesta, que se estaba saliendo en el centro del campo, en la posición de falso extremo, con Keita en el medio.

¿Imaginan una derrota? Pep sería hoy un visionario, habría tenido el típico ataque de entrenador y estaría llevando al Barça al fracaso por sus cabezonerías. Se ha ganado y es un técnico con personalidad. El fútbol es así.

Pero también demostró cabeza fría el equipo en general y Bojan en particular. El gol se resistía pese al buen juego porque Diego Alves estaba haciendo el encuentro de su vida. Las paradas a Keita, Iniesta, Messi y, sobre todo, Piqué en la primera parte habían sido primorosas. Pero no hubo precipitación en el el juego. Se siguió tocando el balón hasta encontrar el hueco. Y cuando llegó, fue tras una gran combinación en la frontal en la que Messi se planta solo tras pared con Iniesta y, en vez de tirar a romper, coloca con suavidad. Como no, había que dar el poste de rigor (y van 28 en la temporada).

El esférico le llegó a Bojan, otro con cabeza fría, al menos ayer. Recogió en el área, controló, levantó la cabeza y la puso en el único sitio posible. Gol. Que un chico de 18 años que juega su segundo partido en Liga como titular tenga esa sangre fría es digno de admiración y demuestra las enormes posibilidades que Krkic tiene. Solo tres minutos después, jugada colectiva de tiralíneas Alves-Messi-Iniesta-Alves-Bojan y el segundo. Partido resuelto, prque la táctica planteada por el Almería le negaba cualquier atisbo de reacción, máxime estando tan enchufados los culés.

Una semana complicada solventada y ahora toca pensar en el equipo revelación, el Málaga. Pero siempre con la cabeza fría.

Bojan celebra su priemr gol (Foto, AFP, publicada en elpais.com)

jueves, 12 de marzo de 2009

Un vendaval

Disfrutemos hoy. Ya tendremos tiempo cuando lleguen los cuartos de final de decir que cometer dos errores defensivos como los de anoche nos costarían la eliminación ante varios de los posibles rivales. Eso no hay que obviarlo y hay que trabajarlo. Pero no sería justo amargarnos la casi mágica noche que vivimos.

Al Barça le valía el 0-0 para pasar ronda, pero no especuló. No solo no salió a mantener el gol de Lyon, sino que saltó al césped a dar un mensaje a Europa. Y nos brindó unos primeros 45 minutos de fantasía con un único borrón. Le costó algo coger el ritmo, pero a partir del minuto 10 el Barça fue un vendaval. La presencia de Sylvinho como lateral ya era una muestra de que Guardiola quería la victoria y el juego fue la confirmación. Xavi e Iniesta escondieron el balón a Toulalan, Makoun y Juninho de tal manera que solo lograban que el ritmo no les mareara a base de patadas. Touré terminaba de ahogar las posibles contras francesas. Márquez y Piqué cortaban lo poco que a Yaya se le escapaba, por lo que Valdés era un espectador. Alves desdoblaba en la diestra con insistencia. Messi traía loco a Grosso. Cris y Boumsong no sabían como frenar a Eto'o. Y Henry demostraba que cuando Pep dijo que era fundamental para su Barça no deliraba.

El juego que estaba haciendo el Barça era de goleada. Las combinaciones, rápidas y eficaces, hacían imposible la misión del Olympique de buscar la contra. Cuando el esférico llegaba a pies de algún jugador galo éste estaba tan agotado de perseguirlo por el verde Camp Nou que no le quedaba frescura mental para inventar. La presión era tan asfixiante que el balón le duraba apenas unos segundos. Las caras de Puel en el banco no dejaban lugar a dudas; no sabía cómo frenar el vendaval.

Pudo ser Eto'o con un derechazo quien abriera la lata o Iniesta tras una jugada colectiva de tiralíneas en la frontal del área pero tuvo que ser el hombre de la eliminatoria, Henry, quien marcara la diferencia. Márquez robó en el centro del campo, alzó la mirada y vio a Titi donde al galo le gusta; entre los centrales y con espacio por delante. Rafa, que clase tiene un rato, conectó con él, Henry orientó el control y se plantó solo ante Lloris, al que batió por bajo. Dos minutos después Xavi controló en la frontal y vio a su izquierda, posiblemente en fuera de juego, otra vez a Henry, en esta ocasión libre de marca. Su zurdazo supuso el 2-0 antes de la media hora.

Titi había marcado el tanto salvador de Lyon y había logrado renta en el Camp Nou. Sin duda, fue su eliminatoria, pero nadie quería faltar a la fiesta. Messi marcó otro golazo marca de la casa en combinación con un soberbio Eto'o y Samuel hizo el cuarto tras un pase de Henry que se tragó Cris. Minuto 43. 4-0 y la grada disfrutando de lo lindo.

El cabezazo imparable de Makoun en el 44 y el gol de Juninho en la reanudación tras fallo de Márquez y Piqué pusieron los nervios de más de uno a flor de piel y obligaron a cambiar de discurso, algo que el Barça hizo bien, aunque no de principio. Durante unos minutos no supo leer las necesidades del encuentro y permitió un continuo correcalles en el césped.

Pep Guardiola sabía que no era ese el juego que le interesaba a su equipo. Que eso solo podía beneficiar al Olympique, así que se levantó y mandó tocar el balón a sus peloteros. Dicho y hecho. Xavi e Iniesta, que si algo saben es jugar la pelota, comenzaron a dormir el juego, a imponer el ritmo que el Barça quería. Y la segunda parte fue un festival de centrocampismo. Los dos canteranos mantuvieron la posesión y el eje central (Touré-Márquez-Piqué) no hizo ni una concesión más. En el ambiente flotaba que un tanto del Lyon era peligrosísimo, pero fue una sensación más emocional que real. De hecho, entre el gol de Juninho (minuto 48) y la siguiente y última ocasión, de Benzema, pasaron 32 minutos.

Entre medias el Barça pudo sentenciar, pero no era necesario y nadie se volvió loco. Henry se fue aclamado. Bojan propició la ovación a Eto'o. Iniesta puso en pie al Camp Nou al ser sustituido por Hleb.

Ya en el minuto 95 Keita, tras un gran pase de Xavi, logró un bonito quinto gol que redondeó una gran noche. El objetivo, logrado. Estamos en cuartos. Ahora toca centrarse al 100% en la Liga.

Henry celebra uno de sus dos tantos de ayer (Foto, AP, publicada en elpais.com)

miércoles, 11 de marzo de 2009

Nosotros a lo nuestro


Quien va a negar que lo de anoche fue una alegría, pero mal haríamos si nos olvidamos de nuestro partido de esta noche ante el Olympique de Lyon. Nos jugamos estar en cuartos de final de la mejor competición del mundo, sehuir aspirando al triplete y un importante impulso moral. Necesitamos pasar la eliminatoria, lo que hayan hecho otros da igual.

El Barça es favorito. Claro favorito. En la ida sacó un buen resultado pese a hacer un mal partido. Es presumible que si el conjunto de Pep Guardiola se acerca a su mejor nivel debe ganar el encuentro de esta noche. Además de eso; el Barça es líder destacado de la Liga española mientras que el Lyon está cerca de perder su trono en la Ligue. El jugador de referencia en los franceses, Benzema, llega a la cita tocado; mientras que Messi da apariencia de recuperación. Solo las bajas en la defensa azulgrana parecen equilibrar algo la balanza.

La gran duda se encuentra en la apuesta de Guardiola para el lateral zurdo. ¿Sylvinho o Cáceres? ¿Poder ofensivo o (presunta) seguridad defensiva? El resto de la zaga será Alves, Márquez y Piqué. En el centro del campo Xavi e Iniesta son inamovibles y en punta parece que Messi, Eto'o y Henry tienen la plena confianza del técnico. La otra variante por definir sería el pivote; ¿Sergio o Touré? Conociendo a Guardiola, cualquier cosa puede pasar. Incluso no tendríamos ya que sorprendernos si Titi se va al banquillo y se refuerza el centro del campo con la entrada de Busquets y Yaya, siendo Andrés extremo. Porque sorprende que el sábado nadie descansara del teórico equipo titular.

El Olympique tiene, no obstante, una baza: no tiene presión. El Barça es el favorito y juega en su campo con marcador favorable. Esto les permitirá jugar con cierta tranquilidad y sin presión. No sería bueno confiarse. Nos podríamos llevar un susto. Mucho cuidado a las faltas de Juninho. Y a por ellos.

¿Nos dará alguna sorpresa Pep esta noche? (Foto, as.com)

lunes, 9 de marzo de 2009

Un hueco en la izquierda

La lesión de Puyol unida a la ya conocida de Abidal ha abierto un hueco en la zaga azulgrana. El conjunto azulgrana deberá afrontar el mes de marzo con una defensa de circunstancias, puesto que el resto de alternativas no ofrecen la seguridad suficiente.

El lateral francés Eric Abidal estaba siendo uno de los zagueros más en forma cuando cayó lesionado ante el Espanyol. A Abidal le costará ganarse el favor de la grada porque su nefasta segunda vuelta de la temporada pasada pesa mucho, pero es un defensa altamente fiable y que, además, compensa al equipo de una manera notable. La presencia de Alves en la diestra hace que en muchas ocasiones la defensa se quede en una línea de tres, donde Abidal es importante por su rapidez y su contundencia. Si Abidal fuera más ofensivo ganaríamos en profundidad y en llegada, pero indudablemente recibieríamos muchos más goles.

Cuando Abidal estuvo ausente en noviembre Pep Guardiola eligió la opción Puyol como preferente. El catalán no es zurdo y desde hace mucho tampoco es lateral, pero su garra y una técnica que le negamos pero que existe (para prueba, sus continuas subidas por la banda del sábado) le permitieron tapar el 'agujero' dejado por Abidal con garantías. La línea de tres seguía vigente cuando Alves se incorporaba al ataque. De hecho, ante una nueva lesión del lateral francés Pep había, nuevamente, recurrido a Puyol.

Pero ahora no están, durante tres semanas, ni Abidal ni Puyol. Las opciones parecen dos, Sylvinho y Cáceres, pero ninguna ofrece seguridad. El brasileño ha sido un buen lateral, pero por edad ya no está para partidos de exigencia. Es útil como alternativa y básico en la convivencia del vestuario, pero sus prestaciones sobre el campo han menguado. Se incorpora con criterio, pero su fuerte nunca ha sido defender. De hecho, Rijkaard jamás lo alineaba en Champions League. Sus incorporaciones generarán peligro y posiblemente ocasionarán algún centro de gol, pero, con Alves en la otra banda, Piqué y Márquez se verían constantemente abandonados a su suerte. Y tampoco es seguro que aguante físicamente tres semanas al más alto nivel.

La segunda opción es alinear a Cáceres en el lateral. El charrúa aportaría lo que se supone a Puyol, un defensor nato que compensa la inferioridad que generan las incorporaciones de Alves. Una línea de tres mucho más compacta. Eso sí, a nivel ofensivo, anda de nada. Pero es que Martín no parece lo suficientemente cuajado como para medirse a extremos de nivel. Sale al campo nervioso porque sabe que aún no se ha adaptado al juego ofensivo del Barça, a una defensa adelantada. Por ello, Cáceres no sabe atacar y defiende mal.

Pep Guardiola deberá 'improvisar'. ¿Quién iba a decir que echaríamos de menos a Abidal?

Abidal, lateral del Barça (Foto, blaugranas.com)

domingo, 8 de marzo de 2009

En el minuto 16

El Barça retornó a la senda de la victoria ante el Athletic. Tras superar con más solvencia de la que parece la vuelta ante el Mallorca (es cierto que Pinto paró el penalti que hubiera supuesto el 2-0, pero los bermellones solo se asomaron al área entre el minuto 43 y el 52) los azulgrana ganaron a los bilbaínos y ofrecieron un auténtico festival ofensivo.

Tras el gol de Sergio Busquets de cabeza el Barça fue un vendaval ante el que nada pudo hacer un bloque aún de resaca por la fiesta que vivió San Mamés el miércoles. Lo cierto es que no necesitaban los leones los puntos y los culés necesitaban recuperar sensaciones. Así que, al colaborar los postes en matener el resultado en 2-0, todos 'contentos' salvo Eto'o, que ya piensa, como de costumbre, en sus estadísticas; ayer trece disparos a cuál más cargado de ansiedad.

Pero aunque al final resultó sencillo, pudo complicarse enormemente. Si Yeste hubiera acertado con los tres palos de la meta de Valdés cuando lo tuvo todo a favor en el minuto 16 todo hubiera sido más complicado, incluso hasta dramático. Pero el genial e inconsistente mediapunta vasco falló y en la siguiente jugada Busquets abrió la lata. En el minuto 16 se resolvió todo.

A partir de entonces, Andrés Iniesta tomó la batuta, Messi puso el miedo y Henry y Eto'o las ocasiones. El francés y, sobre todo, el camerunés, fallaron lo infallable, lo que permitió al Athletic marcharse con un resultado corto. Xavi dirigió sin estridencias y Puyol siguió siendo todo pundonor, lo que quizás le llevó a romperse en el último minuto y le hará perderse el partido del miércoles.

Esa fue la noticia mala; la ausencia de Carles. El miércoles Pep deberá buscar una solución en defensa. Volverá Alves, de centrales actuarán Piqué y Márquez, pero en el lateral zurdo no estarán ni Abidal ni Puyol. Las opciones lógicas pasan por jugar con dos laterales ofensivos alineando a Sylvinho y generando cierto desequilibrio o sacar de inicio a Cáceres, con todo lo que ello conlleva; no saber atacar y defiende mal. La parte positiva del encuentro, como no, los tres puntos que dan tranquilidad. Ahora toca encadenar algunos más.

Sergio abrió el marcador de cabeza (Foto, Enric Fontcuberta, as.com)

miércoles, 4 de marzo de 2009

Un triunfo para confiar


La vuelta de la Copa del Rey ha adquirido más importancia de la que creíamos. Pese a la buena renta lograda en la ida (2-0), los últimos resultados adversos han generado dudas en el entorno del Barça, por lo que más allá de pasar la eliminatoria, esta noche al equipo se le pide un triunfo que acalle, al menos momentáneamente, la palabra crisis.

Pep Guardiola se ha visto en las últimas horas a cambiar su discruso. Si bien cuando la ventaja era amplia advertía que "aún no hemos ganado nada" para evitar la relajación y la temida autocomplacencia, ahora que se habla de cagómetros, canguelo y fin de una equipo inflado el técnico afirma que tiene "la sensación de que ganaremos la Liga". Es claro; si antes no quería confianza, ahora no quiere desconfianza y abatimiento.

El Barça está en una situación privilegiada, aunque estar vivo en ters competiciones no es sinónimo de éxito. Estar líder en Liga, a un paso de la final de Copa y bien encaminado hacia los cuartos de la Champions será sinónimo de éxito cuando se ahuyenten fantasmas y se recupere el juego colectivo que dio el récord de la primera vuelta.

Para ello parece básico un triunfo con buen juego esta noche. Nuestras últimas dudas han hecho creer al Mallorca en la posibilidad de la remontada. Se alude al Getafe de la 2006/07. Ademñas, los 'bermellones' llegan al encuentro en su mejor momento de la temporada, con tres triunfos consecutivos que les han permitido salir de la zona de descenso, cuando hace un mes parecían abocados a la Segunda. Si el cuadro de Gregorio Manzano gana pero queda eliminado, estaremos en la final, pero con cierta sensación de que algo se hunde. Si el Mallorca remonta, tendremos la certeza de que algo se hunde, porque la presión mediática será tan asfixiante que hará mella en un equipo que ya tiró la Liga y la Copa hace dos campañas.

¿Cómo debe afrontar Guardiola este duelo? Sacar a toda la artillería pesada podría suponer un guiño a quienes afirman que tiene miedo. Sacar a todos los suplentes le podría ocasionar críticas foribundas, aunque él demostraría a sus jugadores que no les ha perdido la fe. Mi apuesta es que alineará al equipo de la Copa en el que incluirá a Iniesta y para darle ritmo y algún otro titular para conseguir más 'glamour'. En el banquillo esperarán primeras espadas para bien matar el encuentro o bien intenatr revolucionarlo si fuera (esperemos que no) necesario.

El equipo podría ser el formado por Pinto bajo palos; línea defensiva con Alves, Piqué, Cáceres y Sylvinho; centro del campo para Busquets, Keita y Xavi y línea de ataque con Hleb, Bojan y Andrés. En el banco, junto a Pep, esperarían Messi y Eto'o, además de Puyol.

P.D: Quien programa los horarios es un artista. ¿A nadie se le ha pasado por la cabeza que si hay prórroga el encuentro finalizará cerca de la una de la madrugada?

Alves disputa el balón a Nunes en el último encuentro de Liga (Foto, bermellones.com)

lunes, 2 de marzo de 2009

Causas de una crisis

Aunque siempre intentamos negarlo, es lógico que en toda temporada futbolística los equipos atraviesen baches e, incluso, lleguen momentos de crisis. El Barça, tras la derrota de ayer en el Vicente Calderón, está en uno de esos puntos bajos. La renta de 12 puntos que a casi todos nos hacía pensar que la Liga estaba sentenciada se ha visto reducida a solo 4 en tres jornadas, lo que hecho rebrotar la ilusión por alcanzar el título en el máximo rival.

¿Qué le ha pasado al hasta hace poco intratable Barça para que hayan aparecido dudas? Muchas son las causas, lo complicado es encontrar las soluciones.

El parón invernal llegó en el momento en el que mejor estaba el Barça, cargado de moral tras superar el 'Tourmalet' con pleno.

El mes de enero fue tremendo para los culés. Mientras el Real Madrid tuvo un partido por semana, el Barça tuvo que afrontar dos eliminatorias de la Copa del Rey. Pep Guardiola hizo muchas rotaciones, pero el cansancio hace mella. Hasta la fecha, sus jugadores han tenido que afrontar 41 partidos oficiales en menos de seis meses.

Ya en enero, pese a todo, se vio una cierta caída en el juego. El Barça ya no apabullaba a sus rivales y en la mayoría de ocasiones se veía obligado a remontar.

Si tenía que remontar era precisamente porque se había perdido la seguridad defensiva. Ahora mismo cualquier equipo le hace gol al Barça. Ayer se cometieron muchos errores defensivos y en los dos partidos previos fue Valdés quien falló. La lesión de Abidal descompensa el equipo, puesto que la entrada de Sylvinho ocasiona jugar con dos laterales que 'defienden mal' y la opción Puyol es un parche.

El nivel ofensivo se ha visto algo limitado, aunque se siguen logrando goles con cierta facilidad. Messi, hasta ayer, atravesó un ligero bajón. Eto'o está algo desaparecido desde el día del Betis y ayer tuvo la sentencia. Henry tiene 32 años. Pero estos factores son los menos preocupantes, en los cuatro encuentros sin ganar se ha logrado perforar la meta rival. es la línea que mneos ha acusado el bache.

Xavi no está en su mejor momento, le falta frescura. El desgaste de la Eurocopa tarde o temprano debía pasarle factura, como le pasó al resto de internacionales. Y ante su mal momento la presencia de Iniesta hubiera resultado básica, puesto que es el otro jugador capaz de llevar la manija del equipo. Lamentablemente, Andrés se ha perdido los últimos tres encuentros, aunque estará disponible en breve.

Tampoco Touré y Busquets están tan finos como antaño. Ni Alves. Una temporada tan larga y cargada de partidos pasa factura en algún momento.

El gran error fue la derrota ante el Espanyol. En el campo del Betis se jugó bien, en Lyon se sacó un buen resultado y perder ante el Atlético de Madrid entra en los cálculos, aunque después de adelantarse 0-2 es altamente criticable.

Dicho todo esto, la lectura positiva es que seguimos líderes, obtuvimos un buen resultado en la Champions y estamos cerca de la final de Copa. Guardiola sabía que esto podía suceder, por lo que siempre pidió cautela. El buen momento fue aprovechado para generar un colchón de puntos que diera tranquilidad en los momentos malos. El margen de mejora se ha limitado sustancialmente, pero seguimos líderes.

Pronto volverá Iniesta, Henry lleva dos partidos mojando y el gol de Messi le dará moral. Los jugadores irán retomando su mejor tono físico, puesto que (suponemos) en la planificación deportiva se contaría con llegar a tope en marzo-abril-mayo. Lo más preocupante es la ausencia de Abidal. Ya faltó en noviembre y no se acusó, pero estaba siendo ahora mismo el mejor de la zaga.

La solución, en principio, pasa por ganar tres o cuatro partidos seguidos. Este miércoles es la vuelta de la Copa y, aunque el objetivo es la clasificación y vale una derrota por la mínima, perder supondría aumentar las dudas. Es necesario ganar. También el sábado, ante el Athletic, para frenar la sangría de puntos en Liga. El siguiente duelo es ante el Olympique, la vuelta de octavos. ¿Se imaginan dos nuevos tropiezos antes de esa cita? Habríamos perdido todo el crédito conseguido y el miedo a la eliminación atenazaría a los jugadores.

Toca ganar para generar otra vez confianza. La situación ha pasado a ser preocupante. Pero sería injusto ahora dudar de los mismos jugadores y técnicos que hasta hace un mes nos parecían dioses. Y, no lo olvidemos, también el Real Madrid dejará algún día de ganar.

Eto'o lamenta una ocasión marrada en el calderón (Foto, Chema Díaz, as.com)