martes, 24 de agosto de 2010

Raiola, transferible

Aunque al Barça está a punto de llegar un grandísimo jugador de fama mundial, como es Mascherano, el futbolista que está acaparando más portadas y tertulias culés es Zlatan Ibrahimovic. El sueco, no lo olvidemos, es uno de los grandes cracks mundiales y, por tanto, que tenga colgando un enorme cartel de 'Se traspasa' llama sobre manera la curiosidad.

Mucho se ha hablado de los motivos por los que es transferible, de lo que podría ofrecer al equipo en caso de quedarse e incluso del presunto enfrentamiento Rosell-Guardiola por su 'no salida'. El sábado, las especulaciones se multiplicaron al decidir Pep no darle ni un solo minuto en la vuelta de la Supercopa y en estos momentos, más allá de si Ibra debe irse o no, la pregunta es, ¿qué ha hecho que en solo doce meses Zlatan pase de héroe a villano?

Los inicios de Ibrahimovic con la camiseta azulgrana fueron, sencillamente, espectaculares. Había generado gran expectación su llegada entre los culés (dijo Pep "hay que cambiar cosas para seguir ganando" y nadie le puede negar que la llegada del sueco reactivó 100% la ilusión de la grada) y su números hasta diciembre hicieron que nadie tuviera dudas: el Barça había ganado con el cambio por Eto'o.

Poco a poco, y en gran medida por varias lesiones que le cortaron el ritmo, Ibrahimovic fue perdiendo fuelle e importancia en el equipo. Se dio la circunstancia, además, de que con él fuera Messi fue reubicado como falso '9' y multiplicó su aportación goleadora, lo que no le ha ayudado. Guardiola siguió mostrándole confianza, pero tras la eliminación ante el Inter la paciencia se acabó y Bojan desplazó al sueco al banquillo.

Pocos días después del final de la temporada llegó David Villa al Camp Nou, la que era primera opción un año antes para la punta de ataque. Vamos, que a Ibra todo se le volvía en contra: el equipo jugaba mejor sin él, la gran estrella lucía más, Bojan aprovechaba su oportunidad y el club fichaba un nuevo delantero 'top' que le cerraba las puertas de la titularidad.

¿Qué más se esconde tras esta decisión de buscarle una salida? Nadie duda de que la marcha de Eto'o estuvo condicionada no por las condiciones deportivas del camerunés, sino por su carácter 'peligroso' para la salud grupal. Un carácter que también se cree que tiene Zlatan pero que hasta la fecha no ha mostrado. Incluso en sus muchos partidos en el banquillo, Ibrahimovic ha mostrado un comportamiento ejemplar en el césped y en la sala de prensa; y en esta pretemporada ha trabajado duro para ganarse un puesto. Su partido en Sevilla fue, a mi modo de ver, sensacional, y si en estos momentos la cuenta de títulos de Guardiola está en ocho, es en gran medida por su actuación en el Sánchez Pizjuán.

Repito, ¿qué puede fallar? Es cierto que un jugador con una ficha de 12 millones es demasiado lujo para el banquillo, pero no es menos cierto que, hasta el día de hoy, no ha dado problemas y ofrece alternativas interesantísimas para el equipo. Solo se me ocurre una posibilidad: Guardiola se ve capacitado para controlar al jugador, pero al igual que sucedió con Touré Yaya, no puede con el representante.

Tanto Dimitri Seluk como Mino Raiola, intentando defender los intereses de sus representados, han cavado la tumba de los jugadores en el Barça. No es de recibo que tanto uno como otro pongan la voz en el cielo si su jugador se queda en el banquillo. La última bravuconada del mánager del sueco ("antes se va Pep que Ibra") está totalmente fuera de lugar y es inadmisible. Más que nada porque, por lo general, los jugadores utilizan a los representantes para expresar sus quejas. Así que una vez quitado de en medio Seluk, Raiola es el próximo en la lista de prescindibles.

Guardiola da instrucciones a Ibrahimovic durante un partido (Foto: resultadosfutbol.com)

domingo, 22 de agosto de 2010

Lo más normal

El Barça afrontaba en la tarde-noche de ayer la vuelta de la Supercopa de España. Un partido por lo general incómodo, un torneo de importancia relativa, en el que, sin embargo, el equipo de Pep Guardiola tenía la obligación de al menos dar una buena imagen para acallar las críticas que ya habían surgido por la derrota de Sevilla.

Unas críticas, por otro lado, completamente injustas. Se habló de que Pep Guardiola había tirado la Supercopa (¿no se dio nadie cuenta de que quedaba otro partido?), de que debían jugar los campeones del mundo, de que el equipo no ofrecía garantías... Críticas injustas, digo, porque el Sevilla no mereció el triunfo ni el Barça un castigo tan severo.

Aquel día el Barça fue netamente superior en la primera mitad y mereció mayor ventaja. El tanto de Ibrahimovic fue poco premio para un equipo plagado de suplentes y canteranos que, si perdió, fue porque cuando el fondo físico comenzó a menguar, se hizo patente la falta de experiencia. Los Oriol Romeu, Jonathan y Thiago demostraron cualidades con el esférico, ser capaces de mantener el estilo, pero les faltó 'sabiduría' para dormir el encuentro cuando se puso en contra. Una experiencia, por otro lado, que anoche sí demostraron los Xavi, Busquets y Piqué cuando el Sevilla apretaba merced a su mejor preparación física.

Como decía, el Barça necesitaba anoche mandar un mensaje claro; sigue siendo el mejor, tiene hambre de títulos y puede ganar o no, pero no va a ser una comparsa ni le va asuperar ningún equipo por muchos fichajes que realice. El 3-1 de Sevilla era, para algunos, muestra de la nula capacidad del banquillo, de la falta de ambición.

¿Qué podía pasar en tales circunstancias? Pues sucedió lo más normal. El Barça, aún sin algunos jugadores clave (Iniesta, Villa, Puyol) saltó al Camp Nou a comerse a su rival, a demostrar que sigue teniendo hambre y a sumar un nuevo título, aunque secundario. Siempre es mejor ganar la Supercopa que perderla, porque caer puede generar dudas. Un repasito como el de anoche y el saber estar en los momentos complicados (el Sevilla está en mejor forma porque tiene la previa de Champions como gran objetivo), da confianza y sirve para mandar un aviso.

Esto, sumado a la presencia del mejor futbolista del planeta, Leo Messi, aunque aún lejos de su mejor nivel, hacen del Barça un equipo de ensueño, reconocible pero difícilmente abordable-

Y pasó, también, lo más normal cuando enfrente tienes un equipo 'amarrategui' con un técnico nefasto. Antonio Álvarez recogió la gran herencia de Manolo Jiménez y trató de tacharla de 'marrón' para dar mayor mérito a sus logros. Ganóla Copa (de manera injusta) ante el Atlético, pero con él el equipo es soberbio en exceso, menos ambicioso (ayer se encerró a verlas venir y en Braga, el miércoles pasado, sesteó hasta que recibió su merecido), menos aguerrido y más voluble que con su predecesor. Posiblemente el miércoles José María del Nido se dé cuenta del tremendo error que cometió.

Foto de familia de los campeones (Foto: elmundo.es)

lunes, 9 de agosto de 2010

Qué hacer sin Cesc

La ruptura de las 'negociaciones' para incorporar a Cesc Fábregas han abierto un sinfín de especulaciones. Es claro y notorio que a Pep Guardiola se le han roto todos los esquemas, puesto que sus únicas peticiones expresas habían sido Villa y el catalán, pero hasta la fecha el técnico ha demostrado una gran capacidad para adaptarse al medio, para salir adelante con lo que tiene (que no es poco, ni mucho menos).

Por ello, desde que el viernes se conoció la decisión final en el 'caso Cesc', han aparecido muchos nombres en escena y diversas líneas de actuación alternativas por parte de la directiva y el cuerpo técnico. Hay quienes hablan de no hacer más fichajes y tirar con la cantera y quienes piensan que es mejor cerrar alguna llegada más, al menos dos.

Según apuntan diversos periodistas que siguen la información culé, varios de ellos los que, personalmente, más confianza me inspiran en sus afirmaciones, Pep estaba dispuesto a tirar con lo que hay y canteranos con la condición de que llegara Cesc. Imagino que ahora, sin Fábregas entre sus jugadores, sí que deseará realizar algún retoque en el equipo.

Creo, sinceramente, que el Barça necesita al menos dos fichajes para poder competir con garantías en todas las competiciones. Las bajas de Chygrynskiy, Márquez y Touré han hecho que la línea defensiva del equipo se resienta de manera notable, tanto a nivel de efectivos como cualitativamente. Con Adriano se ganan opciones en los laterales y el interior, pero el eje central es el que está claramente un peldaño por debajo. Puyol, Piqué y Sergio Busquets parten como teóricos titulares en sus puestos, pero las alternativas son pocas o nulas. Para el centro de la zaga, por ejemplo, solo Milito (que, no olvidemos, estuvo fuera de los terrenos de juego año y medio) se presenta como alternativa, y en el pivote ni siquiera existe en estos momentos una alternativa pura. Fontás, Jonathan dos Santos y Oriol Romeu parecen las soluciones de la casa, pero, personalmente, creo que es insuficiente para una larga temporada. Quizás sí que esté preparado el central, pero ni el mexicano es un especialista ni Oriol está lo suficientemente maduro.

Menos necesidad de fichar existe, en mi opinión, en el ataque. Siguen en el equipo Xavi e Iniesta, los pilares del centro del campo. La opción Keita se mantiene y entre los canteranos existen jugadores, especialmente Thiago, aptos para gozar de minutos. Para el ataque la presencia de Messi, Pedro, Villa, Ibrahimovic, Bojan e incluso Jeffren abre un gran abanico de variantes tácticas; (1) con Messi de enganche y dos puntas, (2) con extremos abiertos y una referencia, (3) con Messi como falso '9'... Se habla de Mata (no creo que el Valencia le deje escapar) y Özil, aunque no me parecen jugadores imprescindibles.

En mi opinión, por tanto, el Barça debería buscar tres fichajes, por orden de preferencia. Por otro lado, realizar este verano al menos dos fichajes permitiría que, si las cosas marchan según lo esperado, el próximo verano se centren todos los esfuerzos (económicos y deportivos) en traer a Cesc Fábregas.

En primer lugar es necesario, imprescindible, un mediocentro. Después se debería peinar el mercado en busca de un central y, en último lugar, si se encuentra una buena opción, incorporar un nuevo atacante, primordialmente con buen manejo de la pierna izquierda y capacidad de jugar en banda. El perfil de estos (veterano o prometedor, nacional o extranjero...) ya es otra discusión. No se deben olvidar las opciones que existen en la cantera y ser tenidas muy en cuenta, pero tampoco hay que caer en la trampa de pensar que todos se puede solucionar mirando a La Masía; las cosas necesitan su proceso, sus tiempos, y no todos los jugadores valen para el primer equipo.

¿Nombres? Eso se lo dejo a los técnicos, aunque sí que reconozco que mi agenda habría un único nombre marcado en rojo: Javi Martínez, capaz de actuar como pivote, interior, con buena llegada ante la portería rival y que en la selección demostró adaptarse al 'estilo Barça'.

Javi Martínez ofrece unas grandes condiciones para jugar como pivote e interior (Foto: www.newsoftheworld.co.uk)