martes, 22 de diciembre de 2009

La fama da premios

En el fútbol obtener fama te permite ciertos privilegios. El mejor ejemplo es Xavi, que durante casi una década nadó en la indiferencia de millones de aficionados y al que, de golpe, caen del cielo todos los reconocimientos por el simple hecho de ser considerado mejor jugador de la Eurocopa 2008. Ni tanto ni tan calvo.

Cuando el Barça de Frank Rijkaard naufragaba, quizás por el miedo a apuntar a los verdaderos culpables de la situación (en mi opinión, Ronaldinho y Eto'o) se argumentó en cientos de blogs, decenas de páginas de periódico y miles de minutos de radio y televisión que el problema radicaba, con Deco fuera de forma, en la imposibilidad de Iniesta y Xavi de jugar juntos. Les falta a ambos, se decía, carácter y garra para llevar el peso del equipo. Eran buenos peloteros, pero con ellos juntos el Barça perdía competitividad.

No era justa la afirmación. Aunque posiblemente atraviesa ahora por su mejor momento deportivo (favorecido por el buen funcionamiento del Barça y de la selección, siendo él el primer culpable de que así sea; ¿fue antes la gallina o el huevo?), es imposible encontrar una temporada en la que el de Terrasa haya hecho más de tres partidos no malos, regulares, desde que debutó en el primer equipo. Siempre ha mantenido un nivel altísimo, pero en ocasiones ha lucido menos por exigencias del equipo (hasta que llegó Davids, en la primera temporada de Rijkaard él tenía el récord de balones recuperados en un partido).

En cuanto a Iniesta, se adivinaba en su comprotamiento sobre el césped y en su rabia contenida cuando esperaba en el banquillo (no es necesario rajar, basta con trabajar duro) un líder en potencia, un eje sobre el que articular un proyecto. Su juventud hacía que se optara por otras opciones en partidos de máxima trascendencia, pero, al menos yo, no tenía duda de que era un futbolista nacido para brillar en las grandes citas.

Por último, dos momentos demuestran que la presunta 'falta de sangre' de ambos no era tal, y en ambas ocasiones ante un crack mundial como Cristiano Ronaldo. Xavi, en la final de Roma, se le acercó tras una falta sobre Puyol y le dijo "¿pero qué haces? ¿qué haces?" con gesto amenazante. En el último clásico, Iniesta le invitó a reconsiderar su actitud: "tú te callas". Son dos jugadores ejemplares ante los micrófonos y con tacto, pero que no por eso incapaces de mostrar carácter sobre el terreno de juego.

Todo esto cambió gracias a dos entrenadores; lo que nos demuestra que cuando hablamos de los aciertos y errores que cometen los técnicos, en realidad no tenemos ni puta idea de lo que estamos hablando. Nadie es titular en un equipo por nacimiento, procedencia o razones personales, solo los que se lo ganan juegan. Mientras muchos pedían la presencia de Guti en la Eurocopa en lugar de Xavi (cosas increíbles que tiene la ignorancia) Luis Aragonés convenció al catalán de que debía ser el corazón del equipo; llevándole al campeonato y siendo coronado mejor jugador del torneo. Cuando pedíamos un refuerzo que 'evitara' un centro del campo Iniesta-Xavi Pep Guardiola formó el esquema a partir de ellos, desencadenando todo en la mejor temporada de la historia del fútbol.

Ahora, nadie duda de la complementariedad de Xavi-Iniesta ni pide que el juego de la selección lo lleve un jugador con más caráctero 'magia'. Es más, en el recién finalizado Mundialito, Xavi ha sido elegido tercer mejor jugador cuando, en realidad, no rindió a su mejor nivel en ninguno de los dos choques. Verón fue el 'balón de plata' y Messi el de oro. Posiblemente Desábato hizo más méritos que 'la Brujita'. Sin duda, Pedro y Jeffren merecieron más el galardón que Xavi y Messi. Tampoco el año de Kaká es como para finalizar quinto en el Balón de Oro y cuarto en el FIFA Wordl Player. No es comprensible que Terry esté en el once mudidal y no Piqué. O que Casillas sea considerado el mejor portero del año tras no haber ganado nada ni a nivel individial ni colectivo en 2009. Cosas del fútbol.

Messi, Alves, Iniesta y Xavi, en el once del año (foto, elmundodeportivo.es)

lunes, 21 de diciembre de 2009

Legendario


Puyol alza el título (Foto, AFP, publicada en elmundo.es)

"El futuro será negro". Estas palabras de Pep Guardiola en la víspera de la final del Mundial de Clubes sorprendieron a propios y extraños. Argumentaba el técnico del mejor equipo de la historia que lo conseguido era tanto e insuperable que el listón está altísimo, por lo que jamás se podrá superar, y posiblemente también igualar, lo conseguido en 2009.

Y eso que aún faltaba la guinda del pastel, el Mundialito. Un torneo secundario que, cualquier otra temporada, nadie hubiera antepuesto a Liga o Champions League pero que en esta ocasión los culés manteníamos entre ceja y ceja por dos motivos; el primero es que solo faltaba ese galardón en las vitrinas del Museu. El segundo, que aunque nos cueste reconocerlo, sabíamos que jamás volveríamos a tener la oportunidad de completar un año perfecto.

Por eso, los ánimos estaban alicaidos entre los culés hasta que en el minuto 88 Pedro agigantó su leyenda con el cabezazo que forzaba la prórroga. Todos los culés nos sentimos en ese momento campeones, éramos conscientes de que durante los 30 minutos de tiempo añadido íbamos a gozar de la oportunidad para sentenciar. El único riesgo era que no entrara y llegáramos a los penaltis, pero sabíamos que Estudiantes no iba a adelantarse de nuevo.

Cuando en el minuto 110 Alves centró al corazón del área, supimos que el momento había llegado. Solo era cuestión de que quien entrara al remate afinara. Si era Ibrahimovic, como hizo en el último clásico. Si era Pedro, con su 'varita mágica'. Si era Jeffren, porque estaba siendo el jugador de la final, aunque los premios se los lleven otros. Pero fue Messi, el mejor jugador del planeta. En vez de meter la cabeza o estirar la pierna metió el pecho, según él "para asegurar el remate". La confianza de todo el equipo en él es tal que en algunas repeticiones se ve como Jeffren tiene los brazos alzados antes de que 'La Pulga' contacte.

El Barça había cerrado el año perfecto con un tanto de su rutilante estrella. Carles Puyol alzó al cielo de Abu Dabi el título de campeones del mundo y el Barça de Pep Guardiola versión 2009 pasó de histórico a legendario. Nadie jamás podrá superar lo que ha conseguido. Igualarlo se antoja prácticamente imposible. El Olimpo del deporte ya tiene un lugar para los héroes. Enhorabuena y gracias a todos:

Valdés, Pinto, Jorquera; Alves, Cáceres, Puyol, Piqué, Márquez, Chygrynskiy, Abidal, Milito, Sylvinho, Maxwell; Touré, Busquets, Keita, Xavi, Iniesta, Gudjohnsen; Pedro, Bojan, Hleb, Henry, Eto'o, Ibrahimovic, Jeffren y Messi.

¿El futuro? El equipo trabajará para que sea como mucho gris.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Por aplastamiento

Primera prueba en el Mundialito y prueba superada. Sin brillo, pero por aplastamiento. Sin realizar un extraordinario partido, el Barça ha vuelto a ofrecer sensación de seriedad, de paciencia y se ha sobrepuesto a las adversidades. Mi padre siempre dice que si tienes que recibir un gol es mejor en el minuto 1 que en el 90, porque tendrás el resto del partido para solucionarlo. Y como ya sucedió en Kiev, el Barça lo ha arreglado.

No comenzó bien el partido ante el Atlante. Los mexicanos, con apenas un buen jugador (Rojas) y muchos currantes se han adelantado al aprovechar un error defensivo en cadena (no es la primera vez y lo más preocupante es que se ha repetido con todo tipo de parejas de centrales) y al equipo de Pep Guardiola le ha costado recuperar las buenas sensaciones. Se ha mostrado espeso en la circulación de la pelota, pero ha logrado su objetivo; el equipo mexicano ha acusado un gran desgaste, ha decrecido progresivamente en la presión y ha comenzado a ofrecer huecos en la línea de pase. Eso y un tanto logrado por Sergio en una jugada a balón parado han equilibrado als fuerzas y han evidenciado que el sueño del Atlante se empezaba a esfumar.


Pero cuando los mexicanos han despertado ha sido cuando el mejor jugador del mundo, Leo Messi, ha comenzado a calentar. Nada más ingresar en el terreno de juego ha recibido un pase preciso de Ibrahimovic tras una genial maniobra del sueco y ha driblado a Vilar, alojando el balón en el fondo de las mallas. Diez minutos después Iniesta ha habilitado a la perfección a Pedro para que logre un histórico hito en el deporte y el partido se ha terminado. El Barça ha comenzado a sestear y a lucirse y los mexicanos, en un alarde de equipo competitivo han buscado recortar la diferencia, lo que ha permitido a Víctor Valdés resarcirse del tanto recibido con una gran intervención.


Misión cumplida, por tanto, con un marcador que permite vislumbrar que la final no será sencilla, que ningún rival regala los títulos. Una lección que no se debe olvidar. El 'Pep team' tendrá el sábado una cita con la historia. No la debe desaprovechar.


Pedro ha hecho historia en Abu Dabi (Foto, AP Photo, publicada en elmundo.es)

lunes, 14 de diciembre de 2009

Pellegrini, Casillas e Iturralde González

El Barça ganó el sábado. le costó mucho, como es habitual en los últimos tiempos ante el Espanyol. Pero lo importante es que, jugando mal, sumó los tres puntos, demostrando el carácter competitivo del equipo. Porque si bien es cierto que los 'periquitos' fueorn mejores en la segunda parte no se le recuerdan acercamientos peligrosos al área de Valdés, que solventó a la perfección el trabajo que tuvo. Ibrahimovic transformó desde el punto de penalti el único tanto del partido y ahora el equipo afronta la posibilidad de hacer historia sumando el sexto título en solo ocho meses.

Antes de eso, hay algunas cosas que no conviene dejar en el tintero:

1. Las palabras de Manuel Pellegrini en 'El Larguero', en las que afirma que el Bernabéu pitaría al Madrid si jugara como el Barça. Cuando el técnico chileno dijo en verano que en la etapa de los Galácticos el Real Madrid ganó tres Champions (¿¿¿???) pensé que, o tenía poca memoria, o era un poco bobo pese a ser ingeniero. Cuando afirmó que el Madrid jugaba mejor que el Barça porque metía más goles (incierto, se le olvidaba, casualidades de la vida, la Copa del Rey), recibía menos (de nuevo, Alcorcón en el olvido) y sumaba más puntos, pensé que era un chulo. Cuando, tras el Clásico, su argumentación basada en la estadística (el Barça tuvo más el balón, tiro más entre palos, metió más goles, encajó menos y lideraba el Campeonato) se quedó en el olvido porque su equipo mereció más, creía que era un 'veleta'. Pero cuando el jueves dijo que el Bernabéu pitaría a un Madrid con diez canteranos en el primer equipo, la mayoría titulares, 75% de posesión, cinco títulos y líder en todas las competiciones (a pesar de que ese mismo Barça ha salido alguna vez aplaudido del fuedo madridista), me convencí de que en realidad Pellegrini es un gran homorista.

2. Iker Casillas ha completado una semana nefasta que sus compañeros han tapado. Valdés se tragó el tanto del Deportivo hace ocho días y se le resbaló una inocente falta del Dinamo de Kiev el miércoles, lo que aprovecharon sus críticos para, una vez más olvidando los éxitos y méritos conseguidos, crucificarle y afirmar que el barça vence pese a su portero. No se ha dicho lo mismo del 'Santo', que el martes cometió un penalti de alevín en el Velodrome (con lesión incluida para el damnificado) y cometió diversos errores por alto que no fueron aprovechados por sus rivales. Y que el sábado, en Mestalla, practicó el vuelo sin motor en el gol de Villa (esa salida, perdónenme la grosería, es de portero que no tiene ni puta idea de medir) y alojó en las redes un chut centrado y no muy potente de Joaquín. Eso sí, la explicación ya nos la ha dado esta mañana Alfredo Relaño; al 'bueno' de Iker le despistó que le insultara un niño de diez años. Alucinante. No entiendo entonces como Eto'o fue capaz de meter 130 goles de azulgrana. Dejemos para otro día, no obstante, la imposibilidad que se encontraría 'el galáctico de Móstoles' para triunfar en el Barça debido a su carencia de juego con los pies, básico en todo guardamenta culé.

3. Iturralde González es un árbitro valiente, en pleno declive, todo hay que decirlo, y eso molesta a determinados medios de comunicación. El sábado se equivocó al pitar el penalti de Baena sobre Xavi (aunque con el reglamente en la mano se puede pitar, porque existe un agarrón que desequilibra en el interior del área), pero también se ha equivocado en numerosas ocasiones en contra de los intereses del Barça. Y si hablamos de Villarato; ¿por qué no se anuló el 0-1 en Mestalla, en el que Benzema arrancó en fuera de juego? Lo curioso es que los mismos que en la obstrucción de Piqué a CR9 veían penalti (el reglamento no estipula como penalti una obstrucción, como mucho un libre indirecto) ahora hablan de "contacto muy leve". Debe ser que elc entral del Barça agredió al portugués y yo no me había enterado.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Víctor falla, el equipo gana

El Barça cerró ayer su participación en la primera fase de la Champions League cumpliendo con su objetivo: ganó en un campo complicado y de esta manera se aseguró el liderato de su grupo, lo que le permitirá ser cabeza de serie en octavos y, en teoría, disfrutar de un cruce más asequible. Posiblemente el equipo de Pep Guardiola no hubiera forzado en busca del triunfo, puesto que con un empate, al estar ganando el Inter al Rubin Kazan, le servía y también al Dinamo de Kiev, pero los ucranianos cometieron un terrible eror de cálculo. En realidad, dos. El primero fue no buscar ni tan siquiera la contra, obligando al Barça a estar más centrado en la posesión que en la búsqueda del marco de Shovkovskiy. El segundo, repartir patadas a diestro y siniestro; Leo Messi se enfadó y el Dinamo lo pagó caro.

El encuentro fue complicado y, como se presumía, fue mucho más que un trámite. Los ucranianos se adelantaron pronto en el marcador y el Barça tuvo que cambiar su guión. Lo hizo con inteligencia, se adueñó del balón para marcar el tempo y buscar las oportunidades. Siempre es mejor que te metan un gol en el minuto 1 que en el 90 porque tienes tiempo para enmendar la plana; el día del Rubin Kazan no fue posible, ayer, posiblemente porque el Dinamo de Kiev es peor equipo que los rusos, no.

De esta manera, con tranquilidad, el balón en los pies y con movimientos solidarios; Abidal encontró a Xavi con un soberbio centro tras una triangulación en boca de gol y Messi, algo gris, se sacó un magistral lanzamiento de falta (en el que quizás Shovkovskiy falló algo) para sentenciar. Una nueva lección de que este Barça es menos vistoso, pero más equipo que el del triplete.

Más allá de las múltiples lecturas que deja el partido, como la superioridad física y técnica de Ibrahimovic sobre las zagas o el asentamiento de Busquets (con lección añadida para Touré, el puesto se gana en el campo, no en sala de prensa) en el once titular, hay un aspecto muy positivo que no se debe pasar por alto. Por primera vez en mucho tiempo cuando Víctor Valdés falla el equipo le saca la cara.

Durante los años de vacas flacas, e incluso durante la temporada del triplete, cuando Víctor cometía alguno de sus tres errores clamorosos de cada temporada (también tiene derecho a no estar siempre bien, aunque nos moleste) el resto de sus compañeros era incapaz de dar la vuelta a la situación. Por ejemplo, la temporada pasada Víctor regaló un tanto a De la Peña en el derbi y el equipo fue incapaz de dejarlo en una anécdota. O hace tres temporadas, cuando Valdés se zampó el cabezazo de Bellamy, el equipo se hundió y no mostró reacción ninguna. Incluso el año del doblete con Rijkaard, los errores del meta de L'Hospitalet ante Valencia y Osasuna acabaron en derrotas.

Esta temporada, por fortuna, parece que las cosas han cambiado. El sábado calculó mal ante Adrián y encajó un gol absurdo en Riazor, pero el equipo, con paciencia, se aseguró el triunfo en la segunda mitad. Ayer, fruto del ligero toque de Milevskiy y de la humedad ambiental, el esférico se le resbaló después de blocarlo (una cosa no quita la otra, Valdés la cagó, pero la suerte no le ayudó en nada), el equipo supo remontar y dejar el error en anécdota. Y, por supuesto, Víctor, como siempre ha demostrado por carácter, no se vio afectado por el error y jugó como acostumbra; blocó los balones aéreos en vez de despejar y buscó las salida del balón con los pies.

Sin duda, una muestra más de la fortaleza de este equipo. Repito, llegarán más o menos éxitos, pero este equipo, a día de hoy, es más completo (aunque más limitado de efectivos) que el de la temporada pasada.

Momento en el que el balón se le escapa a Valdés (Foto, EFE, publicada en elmundo.es)

lunes, 7 de diciembre de 2009

Un premio como motivación


En la mañana de ayer, tras su partidazo en Riazor, Leo Messi recibió el Balón de Oro 2009. Un premio merecido e indiscutible (por mucho que Xavi e Iniesta sena buenísimos, Leo es más desequilibrante que nadie) que debe servir al argentino como motivación. La experiencia dice que solo quienes triunfan a nivel colectivo reciben premios individuales.

Será más difícil para 'La Pulga' lograr el galardón en 2010 por el simple hecho de que, al ser año de Mundial, quien brille en Sudáfrica tendrá una ventaja innegable. Que se lo pregunten a Cannavaro. No será sencillo para Messi brillar dentro del desconcierto general de la selección argentina, por lo que debe centrar sus fuerzas hasta que llegue la cita en volver a demostrar con la camiseta azulgrana su dominio del juego. Que, pase lo que pase en el Mundial, al menos quienes votan tengas dudas.

Messi es un jugador único. Lleva la pelota cosida al pie como nadie, es difícil arrebatarle el balón por calidad y, pese a su corta estatura, también por velocidad. Sabemos que tiene mucho gol, que da asistencias y que es sorprendente con el esférico en los pies; capaz de cambiar el ritmo. Pero si hay algo que le diferencia de otros grandes, como Cristiano Ronaldo, Ronaldo, Romario, Rivaldo o Ronaldinho, es que es capaz de adaptarse a las necesidades del partido y del equipo. Roma fue el mayor ejemplo; mientras CR9 (entonces CR7) hizo el partido por su cuenta, Messi se asoció, varió su ubicación y decreció en el brillo para ganar en utilidad. Supo combinar con Xavi e Iniesta para mantener de manera dictatorial la posesión de la pelota. También en el último clásico, manteniendo la bola el mayor tiempo posible tras la expulsión de Busquets, colaborando con los pequeños e Ibra en eso que se llama defender con balón. Sinceramente, no veo capaz al portugués de hacer lo mismo.

Messi, tímido y reservado pero orgulloso, se sintió ayer el centro del mundo futbolístico con solo 21 años. Esperemos que sepa interpretar el mensaje; ha llegado hasta aquí gracias a su humildad sobre el terreno de juego y a su buen hacer. Debe ser su motivación para seguir en la brecha. Confiamos en seguir disfrutando con él.
Messi, durante la ceremonia de entrega (Foto EFE, publicada en elpais.com)

martes, 1 de diciembre de 2009

Camino empedrado

En el mismo día en el que Messi ha sido consagrado como Balón de Oro con el mayor número de votos de la historia, el Barça ha conocido el camino que le espera hacia una hipotética final de la Copa del Rey. El vigente campeón tendrá unos cruces complicados, por lo que revalidar el título se presenta en estos momentos como un reto difícil de alcanzar.

Las fechas de celebración de los partidos de octavos, cuartos de final y semifinales son el mes de enero y la primera quincena de febrero, en el que el parón de la Liga de Campeones propicia la inclusión de esta competición. Comenzando por el miércoles 3 de enero y sin descanso, el 10 de febrero se conocerán los equipos que disputen el 26 de mayo la gran final. En 2010 serán unas fechas complicadas para el Barça, porque a la ya corta plantilla azulgrana se le añadirán dos nuevas ausencias, las de Touré Yaya y Keita, que acudirán con sus selecciones a la disputa de la Copa de África.

Por si las dificultades que el club blaugrana, por su mala planificación, se ha auto-impuesto, el sorteo celebrado ayer ha decretado que los rivales sean los más fuertes de la competición doméstica. En octavos de final, el tercer clasificado de la Liga, el Sevilla, será el rival. En caso de acceder a cuartos de final, el oponente saldrá del duelo entre Valencia y Deportivo, cuarto y quinto respectivamente en Liga. En octavos de final la ida se disputará en el Camp Nou, mientras que en unos hipotéticos cuartos de final el bloque de Pep Guardiola disfrutaría del factor campo.

Más sencillas son sobre el papel las semifinales. En ellas, el Barça, que no gozaría del factor campo a favor (salvo que el rival sea el Rayo) se mediría a quien haya superado la criba de los duelos Málaga-Getafe y Rayo-Mallorca.

La noticia positiva del sorteo para el Barça, sin embargo, también existe. Si supera octavos de final y cuartos de final, habrá dejado en el camino, a excepción del Atlético de Madrid, a los rivales más poderosos y con más opciones de desbancarle. Aunque si algo nos enseña el fútbol es que ningún rival es fácil de eliminar.

Así pues, quedémonos con el aspecto positivo; el camino hacia la final será empedrado, pero lo más duro está al principio.

Bojan fue uno de los héroes de la pasada edición (Foto, bojansite.com)