lunes, 6 de diciembre de 2010

El Barça se equivocó, la Federación lo causó


Aunque hoy se debería hablar de que el Barça copa las tres primeras posiciones del Balón de Oro 2010, lo que viene a confirmar que el equipo es la clara referencia mundial por mucho que algunos quieran maquillarlo; de que Iniesta se va a llevar, de manera injusta el galardón por delante de Xavi (el verdadero merecedor) y Messi por el hecho de haber metido un gol en la final del Mundial (menos mal que no marcó Xabi Alonso) y de que La Masía ha situado, tras décadas de trabajo, a tres de sus jugadores como los mejores del mundo; seguimos hablando del viaje-chapuza a Pamplona. Será porque así interesa en la denominada por Laporta y cada vez más popular 'caverna mediática'.

El partido en Pamplona resultó, al final, mucho más fácil de ganar (en lo deportivo) de lo esperado. Las dificultades para sumar los tres puntos en el Reyno de Navarra (en nuestros corazones, siempre El Sadar) estuvieron en el viaje, en la odisea que supuso el desplazamiento desde el Camp Nou para la plantilla culé. Y en la sarta de mentiras con que se pretende desprestigiar a Pep Guardiola a raíz de una serie de errores cometidos por el Barça y un cúmulo de despropósitos de la Real Federación Española de Fútbol.

El caso es que, con el asunto de los controladores aéreos, el Barça se vio imposibilitado para viajar a Pamplona en avión. La versión oficial del Barça es que el propio presidente, Sandro Rosell, se puso en contacto en la tarde del viernes con Osasuna y la Federación para explicar la problemática y encontró condescendencia. El sábado por la mañana era imposible viajar en avión y la Federación, como posteriormente reconoció el tal Jorge Pérez, le aseguró a los directivos culés que, si no era posible viajar en avión, el partido se aplazaba al domingo. El Barça, por tanto, cambió su plan y citó a los jugadores a las 16.30 en el Camp Nou para viajar en tres y autobús el sábado por la tarde y jugar el domingo.

Sí, es cierto que el Barça se equivocó. Creo, sinceramente, que debería, ante la situación que había en los aeropuertos españoles, haber emprendido el viaje hasta Zaragoza en AVE en la mañana del sábado. Y después, carretera hasta Pamplona. Cerca de las 14.30 horas el equipo estaría en el hotel, podría comer y echar la siesta antes del partido. El Barça debería haber hecho eso, considero. Y no debería haberse fiado de la 'palabra' de un federativo, puesto que han dado muestras más que suficientes de su incapacidad organizativa. Pero quien propició ese error culé fue la Federación. Jorge Pérez, no sé ni que cargo tiene, ha reconocido que prometió al Barça que suspendería el partido. Eso sí, lo hizo sin contar con el otro contendiente, Osasuna. Al club navarro, lógicamente, no le interesaba cambiar la fecha del partido e hizo valer su posibilidad de mantener la hora. Si los demás han viajado en bus, también el Barça debía hacerlo. Y me parece perfecto. Fue entonces cuando, a la carrera, el Barça citó a sus jugadores una hora antes y emprendió viaje relámpago, llegó al estadio navarro a las 20.03 horas y jugó, maravillosamente una vez más salvo en los 20 primeros minutos, en el Reyno de Navarra. 0-3, una ducha y de nuevo para Barcelona, esta vez sí en avión.

En estos párrafos previos están incluidas, aunque sean entre líneas, la totalidad de argumentaciones contra quienes aseguran que el Barça fue de sobrado. Dicen unos que el Barça se negó a viajar el día antes. Otros, que se negaba a viajar en tren y autobús. Algunos, que todo es capricho de Guardiola. Por partes.

En primer lugar, es rotundamente falso que el Barça no quisiera viajar el día antes a Pamplona. de hecho, una vez conocida la 'suspensión' del encuentro, había citado a sus jugadores en el Camp Nou para ir la propia tarde del sábado al Reyno de Navarra.

También es falso que 'solo' quisiera viajar en avión. Porque, de hecho, acabó viajando en tren y bus y tenía pensado hacerlo una vez confirmado el 'aplazamiento'. Y ya la temporada pasada viajó hasta Milán en autobús ante la imposibilidad de confirmar que sería posible hacerlo en avión.

Y, si creemos a la nota informativa difundida por el club, la carta abierta de Sandro Rosell y las palabras de Jorge Pérez (no tenemos por qué no hacerlo y encima todas ellas confirmarían esta teoría), no fue capricho de Guardiola montar un número, sino una consecuencia del exceso de confianza de Rosell en la palabra de un directivo de la Federación y la inoperancia del propio organismo, capaz de prometer algo antes de tener la certeza absoluta de que así sera.

Supongo que jode, jode mucho, que aún sin entrenar, sin calentar y recién bajados el autobús, el Barça siga dando lecciones partido tras partido. Y que hay que demonizar al técnico que está relegando al Real Madrid de sus amores a un segundo puesto constante. Pero hacerlo a base de mentiras es no solo triste, sino incluso denunciable. Entraríamos en una espiral peligrosa, pero sería curioso ver a Relaños, Indas y demás forofos sinvergüenzas amparados en un 'título' de periodismo declarando ante un juez que "es evidente" el trato de favor federativo de la Federación con el Barça solo cinco días después de que a Sergio Ramos le cayera un único partido de suspensión por una entrada sin balón y dos agresiones.

Y no entiendo ni entenderé la obsesión de los periódicos, radios y televisiones de la capital con que el Barça viaje el día antes del partido. ¿Acaso ha ido mal así?

P.D: No diré eso de "hay que leer al maestro" porque jamás había leído a Rubén Uría, pero su artículo de hoy es impecable.

La plantilla celebra uno de los tres goles marcados (Foto: abc.es)

viernes, 3 de diciembre de 2010

Una vuelta impecable

Han pasado ya cuatro días, en la tarde-noche de mañana tanto Barça como Real Madrid tienen complicados compromisos ligueros, pero se sigue hablando (casi exclusivamente) del Clásico. Algo que a los culés nos hace gracia por el resultado que se dio y por la exhibición del equipo de Pep Guardiola, pero que ya empieza a cansar. El partido se jugó y no tiene sentido ninguno darle más vueltas, hay que mirar al frente y al futuro porque, si seguimos dorándonos la píldora corremos el serio peligro de pagar muy caro una noche histórica.

Porque, no lo olvidemos, el Clásico fue un partido, uno más, de una Liga de 38 jornadas. Seguramente las consecuencias morales de la victoria culé van más allá de los tres puntos, pero decir que se ha ganado la Liga o que esta Liga ya solo puede perderla el Barça es rozar el ridículo. Con su juego y su triunfo el Barça mandó un evidente mensaje; sigue con hambre, luchará hasta la extenuación y no venderá barata su derrota. Pero para ganar la Liga quedan aún 25 partidos pendientes y uno de ellos, ojo, en el Santiago Bernabéu.

El gran objetivo culé en estos momentos, la mentalidad con la que Pep Guardiola querrá a su plantilla hasta que llegue el segundo gran Clásico, es la de sumar el mayor número de puntos posibles. El objetivo claro debe ser llegar al estadio madridista por delante en la clasificación y, a ser posible, con una renta que permita seguir al frente aún en caso de victoria. Será complicado, porque el cada vez más evidente patético nivel de la competición liguera hará que, para tomar una renta mayor, se sumen más de 15 victorias, sino 18. El Real Madrid, ese equipo que salió vapuleado del Camp Nou no va a perder muchos puntos por el camino al Bernabéu: primero porque hay pocos equipos capacitados para plantarle cara en la Liga Española, y segundo porque sigue siendo un buen equipo que hace hace cinco días era el líder continental con más puntos sumados.

Por ello, seguir besándonos por lo guapos que somos y lo bien que jugamos es peligroso. Muy peligroso. El Barça se mide esta noche a Osasuna en un campo muy complicado, donde siempre es difícil ganar, y con el peligro de acusar el mal de altura. Ojito que podemos, en dos horas, perder parte de la enorme autoestima que nos dieron los cinco goles del lunes. De la concentración con que se salte al Reyno de Navarra dependerá en buena medida el cumplimiento del objetivo de los próximos meses: realizar una vuelta de competición prácticamente impecable (teniendo que jugar en Sevilla, Valencia y Villarreal, entre otros) para llegar en ventaja al Madrid-Barça.

P.D: Sí que quería, pese a que soy el primero que habla de pasar página, hacer una reflexión sobre el Clásico. ¿Cómo, a los mismos que veneran (no entro en si con razón o sin razón) a Raúl por mandar callar al Camp Nou les parece una ofensa que Piqué celebre la 'manita' delante de su grada, en su estadio, sin ningún tipo de gesto despreciativo y en un momento de euforia generalizada?


Xavi celebra el 1-0 ante el Madrid (foto: pamboleros.net)

lunes, 4 de octubre de 2010

Ansiedad y desatino

Dos 'malos' resultados, dos empates ante equipos inferiores han hecho sonar de nuevo todas las alarmas. La plantilla es corta, el Barça carece de gol, no hay alternativas de garantías, la cantera no es suficiente. Afirmaciones injustas en muchos casos, redundantes en otros.

En primer lugar, es injusto realizar un juicio sumario al Barça por los partidos de Kazan y del Camp Nou ante el Mallorca. Ante los rusos, encerrados atrás, el equipo de Pep Guardiola generó seis grandes ocasiones de gol y solo dos errores defensivos, que pagó muy caros. Creo, sinceramente, que el Barça hizo un buen partido. No espectacular, pero sí bueno. Contra los bermellones el resultado al descanso podría haber sido 4-1 y no estaríamos hablando hoy de estas cosas. La segunda parte fue peor, por el cansancio físico y las urgencias, pero los 35 primeros minutos fueron sensacionales... y nadie nos acordamos hasta el gol de N'Sue de Xavi, Busquets, Puyol ni Villa.

El único mal que le veo al Barça es la falta de acierto ante el marco rival. Que la plantilla es corta ya se sabía y que los suplentes suponen un descenso cualitativo con respecto a los 'teóricos' titulares es lógico. Que el nivel físico no es óptimo se conocía, entre otras cosas porque el Barça está prácticamente en pretemporada aún. Los campeones del mundo comenzaron a entrenar el 15 de agosto, Mascherano llegó el 1 de septiembre y el equipo apenas ha trabajado en conjunto. En estos momentos, mes y medio después de comenzar a entrenar, es cuando se debe mejorar en táctica y dinámica de juego. Durante el periodo de 'carga de trabajo', cosas del Mundial y de las merecidas vacaciones, el Barça ha tenido que afrontar diez partidos oficiales y todos sabíamos que el primer mes iba a ser muy duro. Es un precio a pagar (el mayor peligro, comenté en alguna ocasión, eran las lesiones y así se está demostrando) para estar, creo que desde finales del mes de noviembre, a tope.

Por tanto, lo realmente preocupante es la falta de gol. Leo Messi presenta buenos números pese a haberse perdido dos partidos de Liga y haber jugado a medio gas en Kazan y el domingo, David Villa acusa el proceso de adaptación. Sin lugar a dudas, ambos mejorarán sus datos en pocas semanas. Tampoco se puede criticar la aportación de la segunda línea (Xavi, Iniesta, Keita, Busquets) y la tercera (Piqué, Alves) porque todos ellos ya han 'mojado'. Sin lugar a dudas, la diferencia se centra en que jugadores como Pedro o Bojan no están viendo puerta.

A Bojan le puede la ansiedad, a Pedro, el desatino. El delantero de Linyola juega cada año mejor al fútbol. Sus movimientos son más inteligentes, su aportación al equipo, buena y se está adaptando bien a la posición de falso extremo zurdo, pero está empequeñeciendo su figura por la falta de gol. Tener el '9' a la espalda, ser el mayor goleador de la historia del club en sus categorías inferiores le generan un estado de insatisfacción con el trabajo realizado que le ciegan de cara a la meta contraria. Debe despreocuparse porque no es el único culpable de los malos resultados y seguir trabajando igual porque, sin lugar a dudas, los goles llegarán. Ya pasó la temporada pasada.

En cuanto a Pedro, el desatino es su condena. La temporada pasada parecía tocado con una varita y todo lo que tocaba iba dentro. Ahora, por el momento, no lo consigue. Juega bien, combina a las mil maravillas (su tacón en el gol de Messi, espectacular) pero no marca y parece que aporta menos. El gol llegará, como fruta madura, para ambos. Y también para Messi, Villa y demás.

Tanto uno como otro estrellaron un balón en el palo; Pedro en Rusia, Bojan ante el Mallorca. Si hubieran acertado, tendríamos dos puntos más en Liga y en Champions y nadie hablaría de falta de adpatación de Mascherano (ayer estuvo bien), de que la plantilla es corta y de que las alternativas son poco fiables. Estamos en octubre y parece que deseamos cortar cabezas. Por supuesto, sería mejor no haber cedido puntos, pero en la temporada 2005/06, no hay que olvidarlo, llegamos a la jornada siete con diez puntos. Y en la del Triplete perdimos ya cinco puntos en las dos primeras jornadas.

Jugando como ayer, pocos puntos más se escaparán. Solo falta acabar con la ansiedad (también aplicable a Villa) y con el desatino (Messi).

Bojan dispara al palo (Foto, AFP/elmundo.es)

martes, 28 de septiembre de 2010

Ganar en Kazan, cuestión de orgullo

Sería un duelo más, pero el duelo de Kazan es algo más que un partido para el Barça. Ganar a los rusos es casi una cuestión de orgullo por muchas razones, pero, principalmente, para sacarnos la espinita de los resultados de la temporada pasada ante el Rubin.

El partido de Kazan es, en primer lugar, una nueva oportunidad de demostrar la valía del grupo aún en ausencia de Leo Messi. Demostrado en la Liga que se puede dar un buen nivel sin el mejor jugador del mundo (no ante el Sporting, pero la exhibición de San Mamés habla por sí sola), vencer en Rusia sin Leo sería demostrar nuevamente que se puede dar la talla a nivel europeo (aunque no al más alto nivel, todo sea dicho). Pese a que Messi es importante, casi impresindible, el Barça está capacitado para ganar en el 90% de escenarios, sufriendo mucho más, pero sin su estrella. Y, aunque nuestro grupo sea para algunos de 'Europa Liga' (ser cabeza de serie tiene estar ventajas), ganar en Europa a domicilio nunca es sencillo.

Pero, por otro lado, y casi siendo la razón más importante, hay que intentar traer los tres puntos de Rusia para acallar algunas de las pocas voces sensatas que quedan críticas hacia el Barça. Los rusos, de los que hace un año casi nos reíamos, nos ganaron en el Camp Nou y no hicieron lo propio en Rusia porque bajo palos había un señor llamado Víctor y apellidado Valdés. El Rubin Kazan generó una de las pocas manchas que hay en el expediente del barça desde que Guardiola está en el banquillo y, por eso, ganar es una cuestión de orgullo.

Eso sí, tampoco hay que permitir que se convierta en una obsesión. Lo más importante es clasificarse como líder de grupo y seguir progresando en el juego, más que ganar por cualquier medio. Pero, personalmente, tengo la sensación de que ganar en Kazan, tal y como sucedió con la victoria en el Vicente Calderón, supondría un golpe de moral muy positivo para el grupo... y volver a pinchar podría generar algunas dudas.

El Rubin Kazan dio el golpe el pasado otoño en el Camp Nou.

lunes, 20 de septiembre de 2010

En honor a Messi

La salvaje entrada de Ujfalusi sobre Messi cuando el partido del Vicente Calderón languidecía nos ofrece una clara oportunidad de dar un golpe sobre la mesa. La ausencia del astro argentino en, al menos, los tres próximos partidos, hará que el Barça se enfrente al reto de seguir mostrando su gran nivel sin la estrella del equipo. Algo de lo que no tengo ninguna duda que pasará.

En primer lugar, es necesario valorar la acción que ha llevado a Leo a ser baja durante unos diez o quince días. Personalmente, no creo que el checo quisiera hacerle daño a Messi. Es más, estoy convencido de ello. No me creo que Ujfalusi quisiera quitarse de en medio a Leo porque, en tal caso, no hubiera esperado al tiempo de descuento. Mi opinión al respecto es que, cuando ves que el partido se te escapa y te cruzas con el principal 'culpable' de que te hayas pasado 90 minutos corriendo detrás del balón, la cabeza de un deportista (les pasa a todos en alguna ocasión) sufre un cortocircuito que lleva al jugador a protagonizar una acción que, en plenas facultades de conciencia, jamás realizaría. La desgracia para Messi es que es tan bueno, que desquicia a los oponentes. Y la suerte para él es que las consecuencias de la entrada no son graves.

Volviendo al equipo, la exhibición de la tarde de ayer sirvió, al menos de momento, para acallar las críticas surgidas tras la derrota ante el Hércules y para despejar las dudas que pudieran surgir. Se ganará algo o no, se tendrán más o menos tropiezos, pero este equipo sigue siendo la referencia a nivel de clubes del buen fútbol y sigue siendo enormemente competitivo.

La lesión, aunque parezca increible, alegró a muchos ayer. Eran cientos los mensajes en los foros de los emdios capitalinos aludiendo al "a ver qué hace ahora el Barça" o al "que se joda". Son legión los que defienden aquello de que el Barça, sin Messi, no es nadie (qué pronto se nos ha olvidado el Mundial) y los que están convencidos de que la ausencia de Leo desembocará en una crisis de juego y resultados. Pues bien, no me cabe la menor duda de que el Barça va a ganar todos los partidos que se va a perder Leo.

Es indudable que sin Messi, al Barça no le será fácil imponerse a sus rivales. Pero, aunque algunos vean esto como una muestra de debilidad, no es así; es totalmente lógico y normal que se note la falta del mejor jugador del mundo. Y, por supuesto, el Barça no tiene que pedir perdón por tenerlo en sus filas, porque si hay que me revienta es la frase "¿y qué sería el Barça sin Messi, Xavi e Iniesta?". Pues no lo sé, pero es que, guste o no, el Barça tiene a Messi, Xavi e Iniesta. Y no precisamente por haberlos reclutado a golpe de talonario. El Barça de hoy en día es Messi, Xavi e Iniesta; y también Guardiola, Piqué, Puyol, Valdés, Busquets, Pedro... Es una idea de juego labrada a base de esfuerzo, trabajo de cantera y defensa incondicional de un estilo que maravilla cuando se disfruta (Mundial) y 'aburre' cuando se sufre (Liga, Champions, Copa del Rey...)

¿Qué pierde el Barça sin Messi? Pierde gol, pierde creatividad, pierde magia, pierde precisión, pierde capacidad de intimidación. Leo es fundamental porque es un gran goleador que se encarga en los últimos tiempos de marcar el gol más difícil, el primero; es un sensacional complemento para los centrocampistas a la hora de elaborar el fútbol colectivo; es un trabajador incansable (verle ayer persiguiendo a Reyes para arrebatarle el balón no hace sino emocionar), un grande con espíritu de amateur, con unas granas locas de jugar a la pelota con sus amigos.

Sin lugar a dudas, con Messi ausente al Barça le costará mucho más ganar sus partidos. Tendrá que volver a un esquema de juego más clásico (recurrir a un delantero centro más estático) y sufrirá por la pérdida de la punta más visible de un proyecto maravilloso. Pero, a pesar de ello, el Barça tiene grandes recursos. Tiene mucho gol (Villa, Bojan, Pedro), mucha creatividad (Iniesta, Xavi), mucha maga (Iniesta), precisión (Pedro, Piqué), y una enorme capacidad de intimidación (Villa, Xavi, Alves).

La esperemos que corta ausencia de Messi de los terrenos de juego va a servir para demostrar que, aunque menos fuerte, el Barça sigue siendo el mejor sin Leo. Una ocasión de oro para acallar ciertas gilipolleces que rondan el entorno. Y para demostrar que la competitividad del grupo está por encima de las individualidades y los nombres.

Messi supera una entrada de Godín (Reuters/elmundo.es)

martes, 24 de agosto de 2010

Raiola, transferible

Aunque al Barça está a punto de llegar un grandísimo jugador de fama mundial, como es Mascherano, el futbolista que está acaparando más portadas y tertulias culés es Zlatan Ibrahimovic. El sueco, no lo olvidemos, es uno de los grandes cracks mundiales y, por tanto, que tenga colgando un enorme cartel de 'Se traspasa' llama sobre manera la curiosidad.

Mucho se ha hablado de los motivos por los que es transferible, de lo que podría ofrecer al equipo en caso de quedarse e incluso del presunto enfrentamiento Rosell-Guardiola por su 'no salida'. El sábado, las especulaciones se multiplicaron al decidir Pep no darle ni un solo minuto en la vuelta de la Supercopa y en estos momentos, más allá de si Ibra debe irse o no, la pregunta es, ¿qué ha hecho que en solo doce meses Zlatan pase de héroe a villano?

Los inicios de Ibrahimovic con la camiseta azulgrana fueron, sencillamente, espectaculares. Había generado gran expectación su llegada entre los culés (dijo Pep "hay que cambiar cosas para seguir ganando" y nadie le puede negar que la llegada del sueco reactivó 100% la ilusión de la grada) y su números hasta diciembre hicieron que nadie tuviera dudas: el Barça había ganado con el cambio por Eto'o.

Poco a poco, y en gran medida por varias lesiones que le cortaron el ritmo, Ibrahimovic fue perdiendo fuelle e importancia en el equipo. Se dio la circunstancia, además, de que con él fuera Messi fue reubicado como falso '9' y multiplicó su aportación goleadora, lo que no le ha ayudado. Guardiola siguió mostrándole confianza, pero tras la eliminación ante el Inter la paciencia se acabó y Bojan desplazó al sueco al banquillo.

Pocos días después del final de la temporada llegó David Villa al Camp Nou, la que era primera opción un año antes para la punta de ataque. Vamos, que a Ibra todo se le volvía en contra: el equipo jugaba mejor sin él, la gran estrella lucía más, Bojan aprovechaba su oportunidad y el club fichaba un nuevo delantero 'top' que le cerraba las puertas de la titularidad.

¿Qué más se esconde tras esta decisión de buscarle una salida? Nadie duda de que la marcha de Eto'o estuvo condicionada no por las condiciones deportivas del camerunés, sino por su carácter 'peligroso' para la salud grupal. Un carácter que también se cree que tiene Zlatan pero que hasta la fecha no ha mostrado. Incluso en sus muchos partidos en el banquillo, Ibrahimovic ha mostrado un comportamiento ejemplar en el césped y en la sala de prensa; y en esta pretemporada ha trabajado duro para ganarse un puesto. Su partido en Sevilla fue, a mi modo de ver, sensacional, y si en estos momentos la cuenta de títulos de Guardiola está en ocho, es en gran medida por su actuación en el Sánchez Pizjuán.

Repito, ¿qué puede fallar? Es cierto que un jugador con una ficha de 12 millones es demasiado lujo para el banquillo, pero no es menos cierto que, hasta el día de hoy, no ha dado problemas y ofrece alternativas interesantísimas para el equipo. Solo se me ocurre una posibilidad: Guardiola se ve capacitado para controlar al jugador, pero al igual que sucedió con Touré Yaya, no puede con el representante.

Tanto Dimitri Seluk como Mino Raiola, intentando defender los intereses de sus representados, han cavado la tumba de los jugadores en el Barça. No es de recibo que tanto uno como otro pongan la voz en el cielo si su jugador se queda en el banquillo. La última bravuconada del mánager del sueco ("antes se va Pep que Ibra") está totalmente fuera de lugar y es inadmisible. Más que nada porque, por lo general, los jugadores utilizan a los representantes para expresar sus quejas. Así que una vez quitado de en medio Seluk, Raiola es el próximo en la lista de prescindibles.

Guardiola da instrucciones a Ibrahimovic durante un partido (Foto: resultadosfutbol.com)

domingo, 22 de agosto de 2010

Lo más normal

El Barça afrontaba en la tarde-noche de ayer la vuelta de la Supercopa de España. Un partido por lo general incómodo, un torneo de importancia relativa, en el que, sin embargo, el equipo de Pep Guardiola tenía la obligación de al menos dar una buena imagen para acallar las críticas que ya habían surgido por la derrota de Sevilla.

Unas críticas, por otro lado, completamente injustas. Se habló de que Pep Guardiola había tirado la Supercopa (¿no se dio nadie cuenta de que quedaba otro partido?), de que debían jugar los campeones del mundo, de que el equipo no ofrecía garantías... Críticas injustas, digo, porque el Sevilla no mereció el triunfo ni el Barça un castigo tan severo.

Aquel día el Barça fue netamente superior en la primera mitad y mereció mayor ventaja. El tanto de Ibrahimovic fue poco premio para un equipo plagado de suplentes y canteranos que, si perdió, fue porque cuando el fondo físico comenzó a menguar, se hizo patente la falta de experiencia. Los Oriol Romeu, Jonathan y Thiago demostraron cualidades con el esférico, ser capaces de mantener el estilo, pero les faltó 'sabiduría' para dormir el encuentro cuando se puso en contra. Una experiencia, por otro lado, que anoche sí demostraron los Xavi, Busquets y Piqué cuando el Sevilla apretaba merced a su mejor preparación física.

Como decía, el Barça necesitaba anoche mandar un mensaje claro; sigue siendo el mejor, tiene hambre de títulos y puede ganar o no, pero no va a ser una comparsa ni le va asuperar ningún equipo por muchos fichajes que realice. El 3-1 de Sevilla era, para algunos, muestra de la nula capacidad del banquillo, de la falta de ambición.

¿Qué podía pasar en tales circunstancias? Pues sucedió lo más normal. El Barça, aún sin algunos jugadores clave (Iniesta, Villa, Puyol) saltó al Camp Nou a comerse a su rival, a demostrar que sigue teniendo hambre y a sumar un nuevo título, aunque secundario. Siempre es mejor ganar la Supercopa que perderla, porque caer puede generar dudas. Un repasito como el de anoche y el saber estar en los momentos complicados (el Sevilla está en mejor forma porque tiene la previa de Champions como gran objetivo), da confianza y sirve para mandar un aviso.

Esto, sumado a la presencia del mejor futbolista del planeta, Leo Messi, aunque aún lejos de su mejor nivel, hacen del Barça un equipo de ensueño, reconocible pero difícilmente abordable-

Y pasó, también, lo más normal cuando enfrente tienes un equipo 'amarrategui' con un técnico nefasto. Antonio Álvarez recogió la gran herencia de Manolo Jiménez y trató de tacharla de 'marrón' para dar mayor mérito a sus logros. Ganóla Copa (de manera injusta) ante el Atlético, pero con él el equipo es soberbio en exceso, menos ambicioso (ayer se encerró a verlas venir y en Braga, el miércoles pasado, sesteó hasta que recibió su merecido), menos aguerrido y más voluble que con su predecesor. Posiblemente el miércoles José María del Nido se dé cuenta del tremendo error que cometió.

Foto de familia de los campeones (Foto: elmundo.es)

lunes, 9 de agosto de 2010

Qué hacer sin Cesc

La ruptura de las 'negociaciones' para incorporar a Cesc Fábregas han abierto un sinfín de especulaciones. Es claro y notorio que a Pep Guardiola se le han roto todos los esquemas, puesto que sus únicas peticiones expresas habían sido Villa y el catalán, pero hasta la fecha el técnico ha demostrado una gran capacidad para adaptarse al medio, para salir adelante con lo que tiene (que no es poco, ni mucho menos).

Por ello, desde que el viernes se conoció la decisión final en el 'caso Cesc', han aparecido muchos nombres en escena y diversas líneas de actuación alternativas por parte de la directiva y el cuerpo técnico. Hay quienes hablan de no hacer más fichajes y tirar con la cantera y quienes piensan que es mejor cerrar alguna llegada más, al menos dos.

Según apuntan diversos periodistas que siguen la información culé, varios de ellos los que, personalmente, más confianza me inspiran en sus afirmaciones, Pep estaba dispuesto a tirar con lo que hay y canteranos con la condición de que llegara Cesc. Imagino que ahora, sin Fábregas entre sus jugadores, sí que deseará realizar algún retoque en el equipo.

Creo, sinceramente, que el Barça necesita al menos dos fichajes para poder competir con garantías en todas las competiciones. Las bajas de Chygrynskiy, Márquez y Touré han hecho que la línea defensiva del equipo se resienta de manera notable, tanto a nivel de efectivos como cualitativamente. Con Adriano se ganan opciones en los laterales y el interior, pero el eje central es el que está claramente un peldaño por debajo. Puyol, Piqué y Sergio Busquets parten como teóricos titulares en sus puestos, pero las alternativas son pocas o nulas. Para el centro de la zaga, por ejemplo, solo Milito (que, no olvidemos, estuvo fuera de los terrenos de juego año y medio) se presenta como alternativa, y en el pivote ni siquiera existe en estos momentos una alternativa pura. Fontás, Jonathan dos Santos y Oriol Romeu parecen las soluciones de la casa, pero, personalmente, creo que es insuficiente para una larga temporada. Quizás sí que esté preparado el central, pero ni el mexicano es un especialista ni Oriol está lo suficientemente maduro.

Menos necesidad de fichar existe, en mi opinión, en el ataque. Siguen en el equipo Xavi e Iniesta, los pilares del centro del campo. La opción Keita se mantiene y entre los canteranos existen jugadores, especialmente Thiago, aptos para gozar de minutos. Para el ataque la presencia de Messi, Pedro, Villa, Ibrahimovic, Bojan e incluso Jeffren abre un gran abanico de variantes tácticas; (1) con Messi de enganche y dos puntas, (2) con extremos abiertos y una referencia, (3) con Messi como falso '9'... Se habla de Mata (no creo que el Valencia le deje escapar) y Özil, aunque no me parecen jugadores imprescindibles.

En mi opinión, por tanto, el Barça debería buscar tres fichajes, por orden de preferencia. Por otro lado, realizar este verano al menos dos fichajes permitiría que, si las cosas marchan según lo esperado, el próximo verano se centren todos los esfuerzos (económicos y deportivos) en traer a Cesc Fábregas.

En primer lugar es necesario, imprescindible, un mediocentro. Después se debería peinar el mercado en busca de un central y, en último lugar, si se encuentra una buena opción, incorporar un nuevo atacante, primordialmente con buen manejo de la pierna izquierda y capacidad de jugar en banda. El perfil de estos (veterano o prometedor, nacional o extranjero...) ya es otra discusión. No se deben olvidar las opciones que existen en la cantera y ser tenidas muy en cuenta, pero tampoco hay que caer en la trampa de pensar que todos se puede solucionar mirando a La Masía; las cosas necesitan su proceso, sus tiempos, y no todos los jugadores valen para el primer equipo.

¿Nombres? Eso se lo dejo a los técnicos, aunque sí que reconozco que mi agenda habría un único nombre marcado en rojo: Javi Martínez, capaz de actuar como pivote, interior, con buena llegada ante la portería rival y que en la selección demostró adaptarse al 'estilo Barça'.

Javi Martínez ofrece unas grandes condiciones para jugar como pivote e interior (Foto: www.newsoftheworld.co.uk)

martes, 27 de julio de 2010

Senna, un parche

Se ha hablado de Mascherano (aunque siempre dije que no me lo creía), de Kapoué, Taoré y Sissoko, incluso de Bruno, y parece que, si es cierta la información de 'El Mundo Deportivo', finalmente será Marcos Senna quien refuerce el medio centro del Barça. Un parche en toda regla.

La decisión de Touré Yaya de abandonar el conjunto culé supuso un claro déficit deportivo al equipo, aunque la posterior venta de Chygrynskiy demuestra que el marfileño nos hizo un favor, puesto que si no, hubiera que haber tomado otras decisiones. Era necesario incorporar a un jugador para cubrir su ausencia, pero un jugador que asumiera un rol secundario.

Es evidente que Sergio Busquets es indiscutible en estos momentos en el pivote y el Mundial se ha encargado de acallar las voces que aún dudaban de la valía del canterano. El perfil a incorporar se movía en dos direcciones; un jugador de perfil bajo, una especie de salida de emergencia, o una joven promesa con proyección.

No cabe duda de que en tales circunstancias, Pep Guardiola hubiera preferido un jugador del segundo grupo, pero las cuentas que ha dejado el amigo Joan Laporta obligan a tomar una decisión drástica: hay que buscar un parche pasajero. Incorporar a Kapoué o alguna de las otras alternativas supondría desembolsar cerca de 10 kilos.

Sandro Rosell, antes de conocer los datos de la auditoría, afirmó que el Barça disponía de 50 millones para fichar. Una vez invertidos 10 en Adriano, quedan 40 y existe la obligación moral de fichar a Cesc Fábregas. Si el jugador de Arenys de Mar no llegara, todo el mundo entendería que es un fracaso del nuevo presidente, por lo que el mayor desembolso se va a invertir en él.

¿Qué salida quedaba, entonces, para cubrir la ausencia de Touré y acometer el fichaje de Cesc? Buscar un parche pasajero para el mediocentro. Por Senna, de 34 años, no se pagarán más de 3 millones de euros al Villarreal, por lo que quedarían 37 para Cesc, a lo que habría que añadir un esfuerzo extra. Con Senna el Barça incorporará a un jugador de garantías, veterano y que no generará problemas. Permitirá dar descanso en ciertos partidos a Sergio y la secretaría técnica dispondrá de todo un año para, en junio de 2011, tener cerrado al nuevo mediocentro del futuro, bien sea una promesa extranjera o un joven de la cantera (se hablan maravillas de Oriol Romeu). Este año, si queremos tener a Cesc, tendremos que confiar en el hispano-brasileño.

Ya con Adriano se siguió una línea similar, un jugador polivalente que permita cubrir varias necesidades sin hacer grandes dispendios.

Por último, aunque es evidente que Adriano no ilusiona y que Senna no es más que un parche, hay que aplaudir las decisiones que está tomando la nueva Junta Directiva. Están siendo responsables, analizando la situación y actuando en consecuencia, pese a que eso suponga no ganarse el afecto inmediato de la grada. A todo el mundo le gustan los fichajes grandilocuentes, pero no hay dinero ni necesidad de hacerlos. La base del equipo, además de algunos canteranos que vienen pegando fuerte, es buena y no hay dinero, así que no se realizan gastos extraordinarios. Gastos que, todo sea dicho de paso, solo está haciendo el Manchester City, que vieve ajeno a la situación económica mundial.

Senna disputa el balón a Messi (Foto: oleole.com)

lunes, 14 de junio de 2010

"No os fallaré"

Las elecciones del Barça han arrojado unos resultados esperados por el triunfo de Sandro Rosell pero quizás sorprendentes por la abrumadora mayoría obtenida y por el enorme fracaso del laportismo. Han sido precisamente los dos candidatos que más apelaban a su presencia en la Junta de 'Jan' como ejemplo de garantía los que han salido peor parados, lo que demuestra que el socio, a pesar de los grandes éxitos deportivos obtenidos, deseaba un cambio de rumbo.

La campaña resultaba especialmente complicada a la hora de captar sufragios. El buen funcionamiento del equipo de fútbol hacía que nadie se fijara en el proyecto deportivo presentado por Agustí Benedito, Jaume Ferrer, Marc Ingla y Sandro Rosell. Bueno, en realidad nadie ha presentado proyecto deportivo, todos apuestan por continuar el modelo actual. Prometer jugadores era una utopía, porque, sinceramente, no existen nombres (o apenas existen) en el mercado capaces de suponer un estímulo para el aficionado, nada de lo que se prometiera podría ser mejor que lo que ya existe. Nadie duda de la necesidad de mantener a Pep Guardiola al frente del equipo. Quizás el único deseo de los barcelonistas es la llegada de Cesc Fábregas y parece que todos los candidatos coincidían en que se haría lo posible para lograrlo.

Por tanto, los votos iban a llegar no por las promesas que se hicieran, sino por las sensaciones que cada candidato transmitiera al socio. Y ahí Sandro Rosell tenía una ventaja incalculable y difícilmente volteable; era el aspirante que antes se había cansado de Laporta.

Jaume Ferrer carecía casi por completo de credibilidad, puesto que se ha mantenido en la directiva pese a ser espiado por Oliver e insultado por Laporta, quizás porque necesitaba darse a conocer. Además, y por si fuera poco, Godall le hizo un flaco favor, ya que a Ferrer no le ha favorecido que el aún presidente dijera que era el candidato continuista.

Marc Ingla podría haber explotado mejor, mucho mejor, su renuncia en el verano de 2008. Tanto él como Soriano se marcharon aquel mes de julio por "responsabilidad" ante los votos de los barcelonistas y, sin embargo, no han sido capaces de transmitirlo. Deberían haber 'sacado jugo' a su condición de "directivos que escuchan y son capaces de entender los mensajes del socio", pero sin embargo han centrado su campaña en vanagloriarse del éxito del equipo de Guardiola (pese a que ellos ya no estaban dentro cuando se produjo) haciéndose incluso fotos con las famosas 'Seis Copas' y atacar a Sandro Rosell. Un bagaje muy pobre, especialmente decepcionante en el caso Ferrán Soriano, para una lista que aspira a presidir el Barça.

Agustí Benedito, sin embargo, es el segundo gran triunfador de las elecciones. Tenía la difícil tarea de saltar al ruedo siendo un completo desconocido, pero se ha convertido en la gran alternativa para el futuro. Logró las firmas necesarias cuando nadie daba un duro por él y ha terminado siendo el segundo candidato más votado gracias a un discurso sobrio, alejado del "Sandro intervencionista" y de las falsas promesas. Se aseguraba que su presencia en el cartel electoral era más bien una forma de darse a conocer de cara a los próximos comicios y a fin de cuentas que lo ha conseguido; no debe quedar duda de que en estos momentos Benedito es, de los tres candidatos 'derrotados', el único que mantiene credibilidad y fortaleza para saltar de nuevo a la palestra en el futuro.

Por último, estaba Sandro Rosell, el que ha sido desde hace cuatro años gran candidato y que ha realizado una pre-campaña de años basada en la seriedad y la necesidad de no cometer errores. Antes de presentar su candidatura oficial, se cuidó muy mucho de no aparecer ante los medios como un oportunista, puesto que no se le recuerdan declaraciones 'dañinas' tras los dos años sin títulos con Rijkaard en el banquillo. Y una vez iniciada la campaña, se ha preocupado de explicar su programa, más o menos realista, por toda España, ha encajado como un gran boxeador los golpes de sus opositores y ha evitado perder los nervios, lo único que le podría impedir ganar. Lo ha hecho tan bien, ha logrado mantener su imagen tan firme y ha sido tan capaz de demostrar que es tan catalanista como Laporta pero enormemente más aperturista que 'Jan' que ha terminado arrasando. Solo Laporta podría haberle hecho sombra. "No os fallaré. No os fallaré" fueron sus palabras más importantes hacia los socios, a los que agradeció su tremenda confianza.

Comienza una nueva era en el Barça, una era difícil. Deportivamente parece imposible mejorar lo conseguido estos años. La exigencia es altísima y esta no es otra que mantener los éxitos y mejorar las relaciones institucionales, mostrar más transparencia y olvidar la política. Sandro sabía esto y ha decidido lanzarse al ruedo, lo que demuestra atrevimiento y ambición. Ganas de agradar. De no fallar a los socios. Mucha suerte.

Foto: EFE/elpais.com

martes, 18 de mayo de 2010

Barça in the mirror


He defendido durante la temporada, en numerosas ocasiones, que el Barça de la actual temporada, aunque no lograra los mismos resultados, era mejor que el del Triplete. Cuesta mantenerlo, pero yo me mantengo firme: este Barça ha logrado menos títulos pero es mejor que el que maravilló hace doce meses a todo el mundo. El problema es el espejo en el que se mira.

Los datos siempre son fríos, pero en el fondo deben ser muy tenidos en cuenta. En toda la temporada, con 59 partidos oficiales disputados, el Barça ha perdido solo 4 encuentros y empatado 10, sumando por lo tanto la friolera de 45 victorias. Un porcentaje altísimo, que contrasta con las 7 derrotas y 12 empates de la campaña precedente, en la que el equipo disputó 62 duelos. También es cierto que la circunstancia de que el campeonato doméstico se resolviera a falta de cuatro jornadas resultó decisivo en este sentido. El mayor problema este año es que dos de las derrotas han salido muy caras. Ante el Sevilla se encajaron dos goles en campo propio (1-2) y ante el Inter se perdió por un margen de dos tantos (3-1) que resultó imposible de remontar.

En la Champions League había varias cribas difíciles de superar, sin hablar de arbitrajes. Es bien sabido que la UEFA no es amiga de que los equipos repitan título, que captan mayor atención nuevos finalistas. Lo sufrió el año pasado el Chelsea, nos ha tocado a nosotros ahora). Desde la década de los 80 ningún equipo repite título y el Barça se ha quedado a las puertas de la final del Bernabéu. El bloque de Pep Guardiola llegó al lugar en el que tiene que estar, allí donde cuentas con opciones de ser campeón. La exigencia debe ser alcanzar las semifinales o, como mínimo, los cuartos, y ese objetivo se cumplió, por lo que, aunque decepcionados, no se puede hablar, en ningún caso, de fracaso.

En la Copa del Rey el balance no es tan positivo. No se superaron los octavos de final y eso no es perdonable, aunque hay que tener también en cuenta que se cayó por valor doble de los goles ante uno de los finalistas y completando en Sevilla una actuación memorable.

Pero además de esto, no se debe olvidar que los datos en la Liga han mejorado de manera sustancial. Esta temporada se han sumado 99 puntos por los 87 de la pasada y aunque se han conseguido 7 goles menos, se han encajado 11 menos también, por lo que el goal-average es mayor. Teniendo en cuenta que los rivales esta temporada te conocen más, es un dato muy a tener en cuenta.

Otro factor decisivo ha sido el rendimiento de los jugadores. De un año a otro, casi ninguno ha mejorado. Tan solo Valdés, Messi y Puyol han mostrado una mejora cara esta temporada y solo Xavi y Piqué se ha mantenido a su máximo nivel. Ha habido grandes decepciones como Henry, Iniesta ha languidecido entre lesión y lesión, Alves ha bajado un peldaño el rendimiento. Ibrahimovic, sin estar mal, no ha alcanzado las cifras de Eto'o y Chygrinskiy no ha mejorado a Cáceres. Las sorpresas gratas han sido futbolistas con los que no se contaba en los pronósticos, como Pedro o Milito. También hay que reseñar que la plantilla de esta temporada ha resultado ser más corta y que la enorme saturación de partidos (en las últimas tres campañas se han disputado casi 200 partidos oficiales de club) han acrecentado los problemas de lesiones. Y a pesar de ello, el Barça se ha mantenido firme y ha dado la cara en todo momento. Hasta el final.

No debemos olvidar, tampoco, que entre equipos del máximo nivel los enfrentamientos múltiples no son buenos. Lo anormal es ganar cuatro partidos seguidos al Real Madrid. Lo normal es que, jugando cuatro veces en una misma temporada contra Inter de Milán (dos victorias, un empate y una única derrota) y Sevilla (tres victorias y una derrota) pierdas al menos un partido. Exactamente eso ha sucedido y, como ya reseñaba con anterioridad, se ha pagado caro. Carísimo.

Otro de los factores que ha potenciado la pérdida de la Liga de Campeones ha sido el Real Madrid. El hecho de que los blancos hayan alcanzado una cifra record de puntos ha impedido dar más descanso y rotación a la plantilla, por lo que el cansancio ha sido mayor. Se notó, de hecho, que en la ida de semifinales las piernas de los jugadores clave del Barça no estaban frescas, sino pesadas. Messi y Xavi no estuvieron bien en el Giuseppe Meazza y eso pesa mucho, porque son los dos mejores futbolistas del mundo en su puesto.

Con todo y con esto, se ha ganado la Liga con 99 puntos y se ha estado a un gol de la final de la Champions. El balance es buenísimo y me reafirmo; a pesar de todas las circunstancias, este Barça ha mantenido o superado el nivel de fiabilidad de la anterior campaña, aunque no el de resultados. Este Barça es mejor, más sólido, más fuerte, que su antecesor. ha dejado partidos para el recuerdo como la segunda parte en el Sánchez Pizjuán, la exhibición en el Emirates Stadium o el triunfo en el Santiago Bernabéu. ¿Qué le ha faltado? La dosis de suerte necesaria en las competiciones del KO.

Hace un año, Pinto le detuvo un penalti a Martí e Iniesta marcó en el último minuto en Stamford Bridge. Esta temporada, por contra, Negredo no falló su pena máxima en el Camp Nou y el tanto de Bojan en el minuto 92 ante el Inter fue anulado. Queda muy frívolo, pero la única diferencia entre una Liga y un Triplete es la suerte de cara en el momento oportuno. Suerte que, por ejemplo, sí se tuvo en el Mundialito con el tanto de Pedro en el minuto 89.

¿O acaso no están a un paso del Triplete el Bayern, que eliminó a la Fiorentina gracias a un gol en flagrante fuera de juego, y el Inter, que se vio beneficiado por al arbitraje ante Chelsea y Barça?

El triunfo en el Bernabéu ha sido uno de los grandes momentos de la temporada (Foto, EFE/elespectador.com)

viernes, 30 de abril de 2010

El partido más importante


Bojan, abatido el miércoles (Foto, RTRPIX)

La decepción es mucha. Es altísima. No porque no se diera la cara o porque se haya hecho una mala competición, sino porque se ha dejado escapar una oportunidad histórica. La final en el Santiago Bernabéu era un sueño y un gran reto para el mejor equipo (o al menos Barça) de la historia, pero no estar en Madrid no es ningún fracaso.

Ahora no queda más remedio que olvidar la Champions y centrarse en la Liga. Hay muchas conclusiones que sacar y causas que analizar, pero no es el mmento. Queda un título en juego, que está cerca pero lejos a la vez y caer en análisis exhaustivos en estos momentos no haría más que ponerlo también en serio peligro. No es momento de fichajes, tampoco.

Entre otras cosas, porque enfrente está el que, ahora mismo, es el gran partido de la temporada. Mucho de lo que finalmente suceda se va a determinar este fin de semana, cuando se verá cómo asimila y cómo responde el equipo de Pep Guardiola a la eliminación ante el Inter de Milán.

Sinceramente, no creo que, aunque el Villarreal se nos da históricamente mal, sea el de este sábado un partido, sobre el papel al que temer. El Barça está capacitado para ganar con solvencia en El Madrigal. Entre otras cosas, porque los castellonenses no son un equipo especialmente aguerrido y que sin balón sufre mucho. Pero las condiciones son tan especiales que me atrevo a vaticinar que este el duelo definitivo para la suerte del Barça en la Liga. Si gana, no se le escapará el título. Si pincha, caerá en barrena y, posiblemente, no vuelva a ganar un partido más. El bloque de Juan Carlos Garrido saldrá, seguramente, a aprovechar el golpe moral que sufrió el Barça el miércoles y tratar de amilanarle. Los jugadores culés deben ser fuertes no tanto física como mentalmente.

Hasta hace cuatro días el partido más importante de la temporada era el del Inter de Milán. Ha pasado y se ha perdido (o, mejor dicho, se ha ganado pero de manera insuficiente), por lo que tenemos ante nuestras narices el nuevo partido del año. Sinceramente, no me parecería injusto que el Real Madrid ganara la Liga, pero sí injusto que la gran temporada que está completando el Barça se cerrase sin títulos. Hay que sacar fuerza de flaqueza y, como dijo Pep, "hemos de levantarnos". De su capacidad motivadora sobre el grupo dependerá buena parte de lo que suceda a partir de ahora.

¡VISCA BARÇA!

lunes, 19 de abril de 2010

Nada ha cambiado

El Barça no pudo ganar el sábado en Cornellá, pero no creo que el asunto tenga tanta importancia como para que algunos ya vean otra vez al Real Madrid como favorito. Está claro que los blancos tiene más opciones de título ahora que el viernes, pero es el Barça quien mantiene la sartén por el mango, sigue liderando la Liga y los blancos quienes, aún ganando todo, no son campeones matemáticamente. La única diferencia es que el bloque de Pep Guardiola ha gastado el margen de error que poseía.

El triunfo en el Santiago Bernabéu condeció a los azulgrana dos ventajas sobre el máximo rival, obviando la diferencia de puntos. La primera era el 'derecho' de sufrir un pinchazo en la recta final de Liga y, aún así, seguir en el liderato. La segunda, la sensación de que a la hora de la verdad, el Barça no ha fallado.

El margen de error, como es público y notorio, se gastó el sábado con el empate sin goles (es el mejor resultado posible, ya que el equipo no tiró ni una vez a puerta). Lo malo no es haber perdido dos puntos, porque el Barça sigue dependiendo de sí mismo pese a que tenga un calendario, en teoría, más complicado. Lo malo fue que esa cierta ventaja se esfumó en solo dos jornadas, cuando quedan cinco por delante. Pero no se debe olvidar que sí, el Barça puede volver a pinchar... pero el Real Madrid también.

En cuanto a la sensación de que el Barça da la cara a la hora de la verdad, sigue intacto. Porque el sábado, le pese a quien le pese, dio la cara. Era un partido complicado, de una gran exigencia física por el juego al límite del reglamento utilizado por los pericos y los azulgrana salieron vivos. Casi un empate, en la actual circunstancia, es lo mismo que una derrota, pero la sensación no es la misma. Un empate a cero sin tirar a puerta te deja cierto regusto satisfactorio porque, cuando no puedes ganar, tienes una solidez tan grande que no pierdes. Valdés volvió a ser decisivo y Piqué dio un recital. Y, no lo olvidemos, el Barça jugó mejor en los últimos 30 minutos, cuando ya estaba con diez, lo que demuestra que el bloque se encuentra en buenas condiciones físicas pese a haber jugado ya 52 encuentros oficiales.

¿Cuándo ha fallado el Barça de Pep Guardiola en dos temporadas en una gran cita? La campaña pasada no lo hizo ni en Copa, ni en la Liga (Bernabéu, Sánchez Pizjuán) ni en la Champions (Stamford Bridge, Olímpico de Roma). Esta, de momento, tampoco. Ni en las Supercopas, ni en el Mundial ni en la Champions (partido ante el Inter en la fase de grupos, eliminatoria ante el Arsenal) ni en la Liga (Santiago Bernabéu). Quizás, en cierta medida, falló en la Copa, pero hay que recordar que ante el Sevilla se cayó por el valor doble de los goles en campo contrario.

Esto puede cambiar mañana mismo, pero el gran crédito que el equipo de Guardiola mantiene no es ni su buen juego, ni su punto de ventaja, ni sus números; es su fiabilidad en los días de mayor exigencia. Y a lunes 19 de abril, esto no ha cambiado.

Ibrahimovic volvió a jugar en Cornellá (Foto, EFE/terra.es)

viernes, 16 de abril de 2010

Pedro silencia las risitas

Hay varios jugadores que están respondiendo a un gran nivel, muchos que atraviesan el mejor momento de su carrera deportiva, algunos lejos de su mejor forma o incluso en decadencia, y otros que crecen día a día, pero sin lugar a dudas el nombre más destacado en la hasta el momento sensacional temporada del Barça es el de Pedro Rodríguez. El canario se ha consagrado de manera definitiva y, sobre el césped, ha silenciado las risitas.

Porque a Pedro muchos le seguían llamando (y se lo llamarán) Pedrito con el ánimo de disminuir su valor, de relativizar todo lo que el canario ha ido consiguiendo desde que pasó de pleno derecho a formar parte de la primera plantilla culé en agosto. “Si no está Messi, ¿quién va a meter los goles? ¿Pedrito?” es una secuencia que he escuchado en diversas tabernas cuando se intentaba menospreciar el nivel de la plantilla de Pep Guardiola.

Pues sí, resulta que Pedrito o Pedro puede marcar los goles. De hecho, marca muchos y en partidos importantes. En la Supercopa de España el Barça remontó en San Mamés gracias a una asistencia y un tanto de Pedro. En la Supercopa de Europa, marcó el gol de la victoria tras una gran combinación con Messi en el minuto 116. En Liga, antes de navidades, resolvió algunos duelos, como el del Almería. Y en el Mundial de Clubes, además de entrar en la historia por anotar en una misma temporada en seis competiciones diferentes, forzó la prórroga ante el Estudiantes con un cabezazo en el último minuto.

A esto hay que añadir que, mientras a inicios de temporada parecía un jugador con estrella; el típico que está apartado del juego, que no aparece en la circulación del balón pero que de vez en cuando marca sin saber muy bien por qué, en la actualidad (aunque ha sido un proceso) Pedro es uno más cuando hay que mover la pelota. Se ofrece, entrega, hace paredes, presiona la salida rival, corre como el que más, se atiene a las exigencias tácticas. El canario se ha consagrado y ha demostrado que su presencia en el equipo no es una frivolidad de Guardiola sino el justo premio al trabajo.

Pero no todo el mundo sabe verlo. Seguían siendo muchos los que, tras las hojas del Marca, te recordaban en el bar que el Barça depende mucho de Messi, que no tiene buenos delanteros, porque, cómo no, Bojan, Jeffren y “Pedrito”… ¿quiénes son? Es igual que todos ellos aporten más que fichajes multimillonarios de importantes clubes europeos. También hay que recordar, eso sí, que muchos de quienes dicen esto, como es lógico, no han visto más que dos partidos del Barça en toda la Liga, los que les enfrentó al Real Madrid de sus amores (partidos ganados por el árbitro o por la suerte, por supuesto). Pero es que hablar es muy fácil.

El sábado pasado Pedro completó una actuación memorable, siendo básico en la consecución de la victoria en el Santiago Bernabéu. Además, demostró ante Casillas que es, posiblemente tras Higuaín, el jugador que mejor define ante el marco rival de toda la Primera División. Su golito le encumbró y el miércoles aumentó su ‘leyenda’ con un golazo desde 45 metros ante el Deportivo. Un balón fuerte le llegó a su pierna izquierda, la menos buena, y sin pararla, la enganchó de tal manera que dibujó una parábola imposible hasta las mallas de Aranzubía.

El jueves Pedro subió un escalón. Ya no era “Pedrito” el malo, sino Pedro, que “tuvo mucha chorra”. Quienes dicen esto son los mismos que afirman que “cuando llega Messi los defensores se apartan”. En resumen, Pedro ha silenciado las risitas y empiezan a surgir los grandes analistas que reducen sus méritos a la fortuna. Como pasa siempre con los grandes.

Pedro celebra un tanto (Foto, leonoticias.com)

lunes, 12 de abril de 2010

La vendetta de Milito

Milito saluda a los culés cuando es sustituido en el Clásico (as.com)

Gaby Milito era un gran central cuando llegó en el verano de 2008 al Barça de Frank Rijkaard. Cinco temporadas al máximo nivel en el Real Zaragoza le avalaban y el conjunto culé apostó fuerte por su incorporación. Abonó una importante suma de dinero y lo convirtió en el líder de una zaga que languidecía con Thuram y un Márquez fuera de onda.

El argentino llegaba a Can Barça además con la intención y las ganas de demostrar algo; que el Real Madrid se equivocó al desestimar su fichaje. Que su rodilla estaba perfectamente capacitada para afrontar la exigencia competitiva de un grande. Por desgracia, y pasados nueve meses de competición, Gaby Milito hizo crack en Old Trafford durante las semifinales de Champions League y dio la razón a los servicios médicos del Real Madrid; su articulación tenía un problema.

Su baja pudo trastocar muchos planes, porque se había convertido en un gran líder para el equipo, dentro y fuera del campo. Pero el Barça los solventó con entereza desde la llegada de Guardiola, lo que demuestra también la dinámica positiva en la que se sumió el equipo, hasta las desgracias le otorgaban ciertos 'beneficios'. Era necesario hasta que Gaby regresara un nuevo central y, contando con que Cáceres era la apuesta segura, se precipitó un fichaje más ‘arriesgado’, el de Gerard Piqué. Y en cuanto a su ascendente sobre el grupo, especialmente Messi, resultó ser un impuslo más hacia La Pulga, deseoso de dedicarle goles y reencontrarse con él en la cancha.

Es decir, la lesión de Milito fortaleció al grupo; propició un fichaje de garantías y estimuló al grupo a luchar. También Gaby se esforzó; sin su competitividad, su espíritu de lucha, no hubiera retornado jamás después de tantos percances y meses en el dique seco.

Finalmente, en el mes de diciembre de 2009 Guardiola pudo volver a alinear a Milito, un central con el que ya nadie contaba. Su regreso fue la enésima buena noticia, ya que solucionó un problema que se le había planteado a Pep; a Chygrynskiy le falta aclimatación y Márquez está fuera de forma. Después de 19 meses, además, Milito se reincorporó al grupo y al césped con naturalidad, sin miedo en los apoyos y golpeos e interpretando a la perfección el esquema de juego y de ayudas defensivas impuestos por el nuevo técnico.

Ya entonces Gaby Milito pareció marcarse un objetivo; callar bocas. Había callado muchas con su retorno y deseaba recuperar su mejor nivel para silenciar el resto. El partido del sábado en el Santiago Bernabéu era la ocasión perfecta, porque Jorge Valdano había aprovechado la desgracia de un futbolista para apuntarse un tanto. El director general del Real Madrid tenía razón en su argumentación, pero se equivocó en las formas. El sábado, cuando Gaby en el túnel de vestuarios increpó a Valdano también cometió el mismo error, se equivocó en las formas por completo, aunque el daño que le hizo ver su situación como ‘medallita’ ajena le otorgaba cierta razón en el fondo.

Fue, para Gaby, la revancha perfecta. Jugó en el Santiago Bernabéu con el eterno rival del equipo que le rechazó, ganó sobre el césped, completó una sensacional actuación y pudo encararse con quien le utilizó. Con el paso de los días se avergonzará de sus actos, pero se sentirá satisfecho de haber cumplido con su vendetta.

lunes, 22 de marzo de 2010

Sin techo

Hoy no toca hablar de Villarato, o más bien no interesa. Hoy toca hablar del indudablemente mejor jugador actual del momento (si es el mejor de la historia se sabrá cuando de por concluida su carrera, aunque está haciendo buenas oposiciones) y de su enésima exhibición. Lionel Andrés Messi mostró en La Romareda lo mejor de su repertorio, tanto futbolístico como humano, y mantuvo al Barça en el co-liderato de la Liga. Flemones aparte, el argentino volvió a evidenciar que no hay otro igual.

Cuando se intenta situar a Messi por debajo de otros futbolistas se recurren a análisis peregrinos y bastante alejados de la realidad. No hay otro jugador en la Liga que le supere en ningún aspecto del juego ni en ninguna estadística, salvo Gonzalo Higuaín en porcentaje de acierto ante el marco rival. Leo acumula 25 goles en sus 24 partidos de Liga y 9 asistencias; ha marcado de penalti (solo uno, la cifra de penaltis a favor se limita a tres), de falta directa en Almería con un toque al alcance únicamente de un genio, con la pierna derecha, con la zurda y con la cabeza (¿de verdad hay mejor cabeceador que él, que con una estatura de 1'60 acumula tres goles?). Incluso con el pecho en la final del Mundialito. Ha desatascado partidos, se ha adaptado a las exigencias del equipo cuando se ha quedado en inferioridad... Lo tiene todo, absolutamente todo.

Pero eso no es todo. Además Messi es un ejemplo de competitividad, compañerismo y humildad. Anoche, en La Romareda, no acusó la falta de fluidez en el juego (el centro del campo Busquets-Keita-Touré no es el mejor para crear juego) y se echó el equipo a las espaldas. Marcó un tanto de '9' puro, otro en un gran slalom tras robar la pelota en colaboración con Sergio y cerró su hat-trick con un balón colocado desde la frontal. Cuando el Zaragoza se metió en el encuentro y pudo sembrar más dudas merced a la inoperancia de Márquez, agarró el balón y no marcó su cuarto tanto porque fue objeto de penalti. Fue entonces cuando salió su mejor lado humano.

Porque Leo, en vez de chutar la pena máxima, como le corresponde por status (él es el lanzador), le cedió la pelota a Ibrahimovic para que Zlatan marcara y se resarciera de una noche aciaga. Aunque lucha por el Pichichi y ahora incluso por la Bota de Oro, Leo, como siempre reclama Pep, pensó en el colectivo. "Sois muy buenos, pero sin el compañero no sois nadie", repite Guardiola. Messi lo sabe y por eso quiere recuperar la mejor versión del delantero sueco.

Por todo ello, Messi no tiene techo, salvo el que él mismo se imponga.

Messi celebra uno de sus goles (Foto, EFE/elmundo.es)

martes, 16 de marzo de 2010

Cacería

Quien siembra vientos recoge tempestades, asegura un refrán castellano que podría utilizarse perfectamente para explicar qué está pasando con Cristiano Ronaldo en el Real Madrid. El portugués es un jugador genial y único, pero genera odio y, además, el entorno madridista no ayuda en nada a mejorar esta imagne. Anteriores actuaciones de la prensa y de la plantilla madridista desaconsejan que se utilice la palabra cacería y que se pida protección para el astro.

Vaya por delante que no me gusta que ningún equipo utilice la violencia como arma. No me gusta que se intente frenar a un jugador a base de patadas. Y soy partidario de la protección a los jugadores, pero no solo de Cristiano Ronaldo, de Messi o de Villa, también de Nivaldo, Sergio Ramos y Rafa Márquez, por poner ejemplos de jugadores que 'reparten'. No es lícito que el central brasileño cosa a entradas, varias de ellas con mala intención, al portugués, pero es de ser muy hipócrita que el diario Marca denuncie la 'cacería' a la que, según ellos, es sometido. De hecho, en páginas interiores del diario en su edición de hoy se habla del 'calvario' que sufrió el delantero, objeto de cinco (sic) faltas en Zorrilla.

Aunque eso no justifica que le cosan, la actitud de CR no ayuda a evitarlo. Es un jugador chulo, provocador que, por ejemplo, se permite el lujo de devolver el balón al Valladolid el pasado domingo, con 0-3, después de dar unos toquecitos y un tacón, lo que encrespa a la grada y a los rivales, que sienten que se intentan reir de ellos. Una acción que se podría haber evitado y más cuando ya en la primera parte había recibido. La sensación que queda en un jugador que está perdiendo y que ve la Segunda División al final del túnel es "este bobo se está cachondeando de mí. Repito, no hay que darle patadas por ello, pero Ronaldo no ayuda a evitarlas. Es como es y quizás sea imposible que cambie. Pero ciertas actitudes a veces traen consecuencias desagradables. Como también puede pasarle alguna vez a Dani Alves o le pudo pasar a Deco (a mucha mejor escala).

Estoy completamente de acuerdo con Marca en que no se deben utilizar esas artimañas para intentar secar a un jugador, ya sea un genio o un tuercebotas. Tampoco me pareceía bien que Cristiano le diera un puntapié a Nivaldo, aunque en un momento de calentón se pueda llegar a entender (siempre que, después, no intentes ser el mártir y pidas que te retiren la sanción). Pero al director del medio, Eduardo Inda, se le olvida que, desde sus páginas, se aplaudió la 'cacería' que el 13 de diciembre de 2008 el Real Madrid cometió sobre Leo Messi en un clásico. Aquel día el astro argentino recibió más de cinco faltas. Bastantes más. Aquel día los jugadores del Madrid, incluidos los talentos, buscaron de manera constente los tobillos del mejor jugador del mundo.

Al día siguiente Inda afirmó que el fútbol era cosa de hombres. Casi un año después, el 24 de noviembre de 2009, comentó en su lamentable y foco de fobias y filias personales artículo 'Los Puntos sobre los Íes' que "La manera en que (Juande Ramos y su equipo) marcó territorio al Barça en general y a Leo Messi muy en particular debería estudiarse en las escuelas de entrenadores". Pues bien, supongo que Onésimo y quizás alguno de sus jugadores acudió a aquella escuela que Inda preconizaba. Como decía, quien siembre vientos recogen tempestades. ¿Qué esperaban ahora?

lunes, 15 de marzo de 2010

La hora de la verdad

Llega para el Barça la hora de la verdad. Quedan doce jornadas de Liga para disputarse el título con el Real Madrid y el miércoles disputa la primera de las finales de la Champions. No cabe margen para el error a partir de ahora y parece que, en principio, el equipo llega en buenas condiciones.

Ante el tramo decisivo de la temporada, con los dos grandes títulos en juego, la gran estrella culé, Leo Messi, llega en plenitud. Salvó la victoria ante el Málaga tras una gran combinación entre Xavi y Alves; sumó un punto en Almería con una actuación antológica y doblegó la resistencia del Valencia con un hat trick en el que combinó potencia, fuerza, conducción del balón, habilidad y desmarque. Del manual del buend elantero solo le faltó oportunismo, aunque la dosis correspondientes la administró en el Juegos del Mediterráneo hace ocho días. Y, lo más importante, su motivación es máxima, aunque no lo diga en la prensa está decidido a hacer historia.

También parece (toquemos madera) que Thierry Henry resucitó anoche. Saliendo del banquillo revolucionó al equipo, jugó a las mil maravillas como referencia ofensiva y habilitó a Messi con dos geniales pases en dos tantos. En su contra, sin embargo, tenemos que el francés necesita más que 45 minutos para ganarse de nuevo la confianza culé. El miércoles ante el Stuttgart debería volver a mostrar su recuperación, de lo contrario su actuación de ayer pasará a ser un simple espejismo. El segundo punto en contra es que, con el regreso de Ibrahimovic, Henry volverá a la banda izquierda y esta temporada Titi solo ha estado bien los días que actuado en el centro; ante el Inter y ante el Valencia.

A Zlatan, considero, el fin de semana de descanso y de reflexión le habrán sentado bien. Aunque su roja fue injusta debe controlar sus impulsos, porque le pueden llevar a perderse partidos importantes. Y debe ser consciente de que no siempre es necesario hacer la jugada bonita, sino la efectiva, como hizo ayer Henry. Si se emntaliza, volverá a mostrar su mejor versión.

A esto sobre los tres jugadores más importantes del ataque debemos sumar que Keita vuelve, que Abidal lo hará en breve y que la zaga sigue siendo sólida. El centro del campo, pese al ligero bajón de Iniesta y Xavi, funciona a las mil maravillas y Valdés es sin lugar a dudas el mejor portero del campeonato, ya que atraviesa el mejor momento de su carrera deportiva. Ayer el 3-0 se explica por dos intervenciones suyas, una con 0-0 y otra con 1-0, fundamentales.

Ante la hora de la verdad el Barça llega preparado. Puede hacer las cosas mal, pero no pecará de pasotismo o desmotivación, y tiene el varapalo del Real Madrid ante el Olympique de Lyon como ejemplo de que nada se consigue sin esfuerzo. Adelante.

Pese a los tres goles de Messi, Valdés fue el hombre más determinante ayer (Foto, AP/elmundo.es)

lunes, 8 de marzo de 2010

A la par

Será que soy extremadamente optimista, pero el punto del sábado me parece bueno. En un encuentro que se puso muy cuesta arriba con un gol rápido del rival, en el que tuvimos la desgracia de marcarnos un autogol y en el que los dos jugadores más clarividentes del bloque, Xavi e Iniesta, no estuvieron finos, en el que Ibrahimovic fue expulsado (injustamente, aunque Zlatan debe controlar sus impulsos) y en el que el árbitro dejó de pitar dos 'penaltitos' a nuestro favor sumamos un punto a domicilio. Como siempre se ha dicho, cuando no se puede ganar hay que saber no perder. Y el sábado, liderados por un genial Messi, supimos no perder.

Luis Aragonés, un grande del fútbol español por su gran aportación como jugador y como técnico, siempre ha defendido que es en el último tercio de temporada cuando se gana la Liga. Esto es impepinable, como la segunda parte de la afirmación; para poder ganarla hay que llegar a los partidos finales en disposición de ello.

El primer tercio de temporada fue descartando, uno a uno, a posibles aspirantes como Atlético de Madrid, Valencia y Sevilla. En el segundo, ya cerrado a la lucha Barça-Madrid, ninguno de los dos se ha descolgado ni ha dado una renta importante a su oponente. Al final del primer tercio, precisamente tras el Clásico del Camp Nou (1-0) se llegó con dos puntos a favor de los culés. Doce jornadas después los dos equipos están emparejados. Bien es cierto que el Barça llegó a tener +5, pero también que su desgaste ha sido mayor y que ya ha pasado (toquemos madera) su particular calvario en forma de lesiones. Es a partir de ahora, en trece jornadas de infarto, cuando se disputa la Liga. No únicamente en el Bernabéu, en trece partidos. Ambos tienen factores a favor y en contra, aunque bien es cierto que en estos momentos el Real Madrid tiene medio cuerpo (algo prácticamente insignificante) de ventaja.

El equipo de Manuel Pellegrini (y me parece de justicia remarcar que ha sido el técnico chileno quien ha logrado hacer un equipo de la lista de jugadores que le dieron) completó una sensacional actuación el sábado. La remontada le da mayor moral, pero la realidad es que los blancos realizaron un partidos completo, salvo los primeros 20 minutos. El 0-2 momentáneo era totalmente injusto y un espejismo. El Real Madrid mereció vencer y, además, tuvo la 'fortuna' de medirse a un equipo, el Sevilla, donde solo Kanouté es capaz de leer las exigencias. El delantero malí fue el único que, a raiz del 1-2 fue capaz de parar la pelota, dormirla y reeorganizar al equipo. Navas y Perotti, por su parte, se empeñaron en correr como pollos sin cabezas, lo que favoreció las intensiones merengues. En resumen, que el Madrid caía cuando mejor jugada y remontó cuando fue capaz de hacer caer al Sevilla en la trampa. En estas circunstancias los blancos, plenos de moral, tienen cierta ventaja. Son capaces y se lo creen. Tienen hambre y sus secundarios (Xabi Alonso, Higuaín, Arbeloa y Albiol especialmente) están por encima del nivel incluso de las estrellas fichadas a golpe de talonario. Su calendario es mejor porque los partidos más duros serán en su estadio.

A favor del Barça está que las sensaciones no son malas. El equipo atravesó un bache, pero lo superó. En Stuttgart sacó un buen resultado, ante el Málaga desplegó un buen fútbol y el sábado supo sobreponerse a la adversidad. Messi está enchufado y aunque hay varios futbolistas que no están rindiendo al nivel esperado, el equipo aguanta el tipo y tiene un registro de puntos superior al de hace un año. Xavi e
Iniesta acusan las lesiones musculares sufridas, pero sin duda crecerán con el paso de las semanas. El regreso de Abidal y Keita fortalecerá al equipo y el hambre, aunque no tan grande como en el rival, se mantiene y se evidencia en que jamás se arroja la toalla. Además, Ibrahimovic acabará regresando, más pronto que tarde, porque su espectacular primer tercio de campaña no fue casualidad.

¿Cuál son las noticias negativas en ambos? Pues, precisamente, la desaparición de ciertos jugadores en las grandes citas o en periodos prolongados de tiempo. Hasta ahora Cristiano Ronaldo, Kaká e Higuaín no han dado la talla en las fechas marcadas en rojo e Ibrahimovic y Henry atraviesan por su peor etapa (que en el caso del francés parece incurable). Otro factor que determinará en buena medida los próximos meses es la Champions; el Barça la tiene entre ceja y ceja, el Real Madrid fue confeccionado para ganarla. Quien caiga en ella (si es que alguno cae) perderá seguridad y, aunque gane en descanso, será una noticia perjudicial.

En estos momentos el Real Madrid es líder pero el Barça mantiene la sartén por el mango (el liderato es 'irreal' porque al Barça le sigue valiendo el empate en el Clásico, aunque no tengo dudas de que ambos van a dejarse puntos en el camino). El bloque de Pellegrini tiene, como he dicho, medio cuerpo de ventaja (moral), pero la Liga casi comienza en estos momentos. Barça y Madrid han dejado de verse por el retrovisor; se encuentran a la par por la autopista de la Liga. ¿Quién sacará más rendimiento a su motor?

Messi completó una actuación memorable en Almería (Foto, diariodeleon.es)