lunes, 17 de agosto de 2009

Nueva temporada, viejas sensaciones

La temporada oficial arrancó ayer para el Barça en San Mamés y lo hizo de manera prácticamente inmejorable. Plagado de bajas, con un once titular en el que faltaban hasta cuatro de los teóricos titulares (y qué titulares, Messi e Iniesta entre ellos) el bloque de Guardiola, mucho menos rodado que su rival, venció y convenció.

El Barça comenzó el partido mandando. mantuvo la filosofía de juego que tantas alegrías dio la temporada pasada, con Xavi como cordón umbilical y el liderazgo de Piqué cada vez más marcado. En ataque, Bojan demostró que día a día crece, que aunque marque menos goles es mucho más jugador que el de la última temporada de Rijkaard. Así, el de Linyola cruzó en exceso en el primer minuto y estrelló un derechazo en la madera a los dos minutos. Dani Alves obligó con un disparo desde tres cuartos a Iraizoz a sacar una mano magistral y solo un mal bote evitó que Xavi abriera la cuenta tras una gran jugada de Henry y Abidal por la banda zurda. El equipo llegaba y finalizaba las jugadas, aunque sin acierto, en parte porque enfrente estaba uno de los mejores metas de la Liga Española. Los primeros 35 minutos fueron soberbios, aunque, como es habitual en el Barça, el rival aprovechó mejor sus minutos buenos.

Aitor Ocio avisó y Valdés sacó una soberbia mano a una vaselina lejana. El tanto llegó cuando languidecíala primera mitad fruto de la suerte esquiva, puesto que el disparo de De Marcos era suficientemente liviano como para no generar ningún problema a Víctor, pero se envenenó tras tocar en Puyol y acabó en el fondo de las mallas.

Hasta el descanso, pues, habíamos sentido varias de las viejas sensaciones; buen juego, muchas oportunidades y cierta mala suerte. En la segunda mitad pudimos presenciar también aquello que hizo el año pasado al Barça tricampeón; su mentalidad y competitividad. Volvió a dar velocidad a la pelota y remontó, poniendo muy de cara el título.

Pese a las múltiples y mencionadas bajas, Pedro emergió como gran protagonista. El canario recogió un balón en el interior del área y, lejos de precipitarse, vio a Xavi a su izquierda y le cedió. El golpeo del capitán fue sensacional y las tablas subieron al marcador. Poco después el de Terrasa conectó con Pedro y este, con un disparo seco y lejano puso el 1-2 en el marcador. A partir de entonces el conjunto culé mantuvo la pelota sin renunciar al ataque y una nueva intervención milagrosa de Iraizoz evitó un tanto al despejar contra el larguero una folha seca de Alves, muy activo.

El marcador es corto tras los méritos de unos y de otros, pero suficiente para afrontar con tranquilidad la vuelta y muy positivo atendiendo a las sensaciones del equipo; de nuevo demostró tener gusto por el fútbol y que, aunque siempre se notan las ausencias, nadie (o casi nadie) es imprecindible.

Pedro celebra su golazo en La Catedral (Foto, AP, publicada en elpais.com)

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