lunes, 12 de abril de 2010

La vendetta de Milito

Milito saluda a los culés cuando es sustituido en el Clásico (as.com)

Gaby Milito era un gran central cuando llegó en el verano de 2008 al Barça de Frank Rijkaard. Cinco temporadas al máximo nivel en el Real Zaragoza le avalaban y el conjunto culé apostó fuerte por su incorporación. Abonó una importante suma de dinero y lo convirtió en el líder de una zaga que languidecía con Thuram y un Márquez fuera de onda.

El argentino llegaba a Can Barça además con la intención y las ganas de demostrar algo; que el Real Madrid se equivocó al desestimar su fichaje. Que su rodilla estaba perfectamente capacitada para afrontar la exigencia competitiva de un grande. Por desgracia, y pasados nueve meses de competición, Gaby Milito hizo crack en Old Trafford durante las semifinales de Champions League y dio la razón a los servicios médicos del Real Madrid; su articulación tenía un problema.

Su baja pudo trastocar muchos planes, porque se había convertido en un gran líder para el equipo, dentro y fuera del campo. Pero el Barça los solventó con entereza desde la llegada de Guardiola, lo que demuestra también la dinámica positiva en la que se sumió el equipo, hasta las desgracias le otorgaban ciertos 'beneficios'. Era necesario hasta que Gaby regresara un nuevo central y, contando con que Cáceres era la apuesta segura, se precipitó un fichaje más ‘arriesgado’, el de Gerard Piqué. Y en cuanto a su ascendente sobre el grupo, especialmente Messi, resultó ser un impuslo más hacia La Pulga, deseoso de dedicarle goles y reencontrarse con él en la cancha.

Es decir, la lesión de Milito fortaleció al grupo; propició un fichaje de garantías y estimuló al grupo a luchar. También Gaby se esforzó; sin su competitividad, su espíritu de lucha, no hubiera retornado jamás después de tantos percances y meses en el dique seco.

Finalmente, en el mes de diciembre de 2009 Guardiola pudo volver a alinear a Milito, un central con el que ya nadie contaba. Su regreso fue la enésima buena noticia, ya que solucionó un problema que se le había planteado a Pep; a Chygrynskiy le falta aclimatación y Márquez está fuera de forma. Después de 19 meses, además, Milito se reincorporó al grupo y al césped con naturalidad, sin miedo en los apoyos y golpeos e interpretando a la perfección el esquema de juego y de ayudas defensivas impuestos por el nuevo técnico.

Ya entonces Gaby Milito pareció marcarse un objetivo; callar bocas. Había callado muchas con su retorno y deseaba recuperar su mejor nivel para silenciar el resto. El partido del sábado en el Santiago Bernabéu era la ocasión perfecta, porque Jorge Valdano había aprovechado la desgracia de un futbolista para apuntarse un tanto. El director general del Real Madrid tenía razón en su argumentación, pero se equivocó en las formas. El sábado, cuando Gaby en el túnel de vestuarios increpó a Valdano también cometió el mismo error, se equivocó en las formas por completo, aunque el daño que le hizo ver su situación como ‘medallita’ ajena le otorgaba cierta razón en el fondo.

Fue, para Gaby, la revancha perfecta. Jugó en el Santiago Bernabéu con el eterno rival del equipo que le rechazó, ganó sobre el césped, completó una sensacional actuación y pudo encararse con quien le utilizó. Con el paso de los días se avergonzará de sus actos, pero se sentirá satisfecho de haber cumplido con su vendetta.

2 comentarios:

  1. A mi jugadores como Gaby Milito me encandilan y me enamoran. Son todo pundonor, raza, coraje y liderazgo. Es verdad que Gaby se equivocó al recriminar a Valdano, pero Jorge se lo tiene bien merecido por decir eso de Gaby ;)

    Saludos.

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  2. Mi aplauso para Milito. Valdano es una rata de cloaca que cree que con su verbo florido nos encantará y creeremos a pies juntillas todos sus despropósitos. Va apañado.

    Ojala y se quede por muchos años en el R. Madrid. Es , junto al inepto de Florentino, el mejor aliado blaugrana.

    Enhorabuena Gaby !!! Muy bien hecho.

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