lunes, 14 de junio de 2010

"No os fallaré"

Las elecciones del Barça han arrojado unos resultados esperados por el triunfo de Sandro Rosell pero quizás sorprendentes por la abrumadora mayoría obtenida y por el enorme fracaso del laportismo. Han sido precisamente los dos candidatos que más apelaban a su presencia en la Junta de 'Jan' como ejemplo de garantía los que han salido peor parados, lo que demuestra que el socio, a pesar de los grandes éxitos deportivos obtenidos, deseaba un cambio de rumbo.

La campaña resultaba especialmente complicada a la hora de captar sufragios. El buen funcionamiento del equipo de fútbol hacía que nadie se fijara en el proyecto deportivo presentado por Agustí Benedito, Jaume Ferrer, Marc Ingla y Sandro Rosell. Bueno, en realidad nadie ha presentado proyecto deportivo, todos apuestan por continuar el modelo actual. Prometer jugadores era una utopía, porque, sinceramente, no existen nombres (o apenas existen) en el mercado capaces de suponer un estímulo para el aficionado, nada de lo que se prometiera podría ser mejor que lo que ya existe. Nadie duda de la necesidad de mantener a Pep Guardiola al frente del equipo. Quizás el único deseo de los barcelonistas es la llegada de Cesc Fábregas y parece que todos los candidatos coincidían en que se haría lo posible para lograrlo.

Por tanto, los votos iban a llegar no por las promesas que se hicieran, sino por las sensaciones que cada candidato transmitiera al socio. Y ahí Sandro Rosell tenía una ventaja incalculable y difícilmente volteable; era el aspirante que antes se había cansado de Laporta.

Jaume Ferrer carecía casi por completo de credibilidad, puesto que se ha mantenido en la directiva pese a ser espiado por Oliver e insultado por Laporta, quizás porque necesitaba darse a conocer. Además, y por si fuera poco, Godall le hizo un flaco favor, ya que a Ferrer no le ha favorecido que el aún presidente dijera que era el candidato continuista.

Marc Ingla podría haber explotado mejor, mucho mejor, su renuncia en el verano de 2008. Tanto él como Soriano se marcharon aquel mes de julio por "responsabilidad" ante los votos de los barcelonistas y, sin embargo, no han sido capaces de transmitirlo. Deberían haber 'sacado jugo' a su condición de "directivos que escuchan y son capaces de entender los mensajes del socio", pero sin embargo han centrado su campaña en vanagloriarse del éxito del equipo de Guardiola (pese a que ellos ya no estaban dentro cuando se produjo) haciéndose incluso fotos con las famosas 'Seis Copas' y atacar a Sandro Rosell. Un bagaje muy pobre, especialmente decepcionante en el caso Ferrán Soriano, para una lista que aspira a presidir el Barça.

Agustí Benedito, sin embargo, es el segundo gran triunfador de las elecciones. Tenía la difícil tarea de saltar al ruedo siendo un completo desconocido, pero se ha convertido en la gran alternativa para el futuro. Logró las firmas necesarias cuando nadie daba un duro por él y ha terminado siendo el segundo candidato más votado gracias a un discurso sobrio, alejado del "Sandro intervencionista" y de las falsas promesas. Se aseguraba que su presencia en el cartel electoral era más bien una forma de darse a conocer de cara a los próximos comicios y a fin de cuentas que lo ha conseguido; no debe quedar duda de que en estos momentos Benedito es, de los tres candidatos 'derrotados', el único que mantiene credibilidad y fortaleza para saltar de nuevo a la palestra en el futuro.

Por último, estaba Sandro Rosell, el que ha sido desde hace cuatro años gran candidato y que ha realizado una pre-campaña de años basada en la seriedad y la necesidad de no cometer errores. Antes de presentar su candidatura oficial, se cuidó muy mucho de no aparecer ante los medios como un oportunista, puesto que no se le recuerdan declaraciones 'dañinas' tras los dos años sin títulos con Rijkaard en el banquillo. Y una vez iniciada la campaña, se ha preocupado de explicar su programa, más o menos realista, por toda España, ha encajado como un gran boxeador los golpes de sus opositores y ha evitado perder los nervios, lo único que le podría impedir ganar. Lo ha hecho tan bien, ha logrado mantener su imagen tan firme y ha sido tan capaz de demostrar que es tan catalanista como Laporta pero enormemente más aperturista que 'Jan' que ha terminado arrasando. Solo Laporta podría haberle hecho sombra. "No os fallaré. No os fallaré" fueron sus palabras más importantes hacia los socios, a los que agradeció su tremenda confianza.

Comienza una nueva era en el Barça, una era difícil. Deportivamente parece imposible mejorar lo conseguido estos años. La exigencia es altísima y esta no es otra que mantener los éxitos y mejorar las relaciones institucionales, mostrar más transparencia y olvidar la política. Sandro sabía esto y ha decidido lanzarse al ruedo, lo que demuestra atrevimiento y ambición. Ganas de agradar. De no fallar a los socios. Mucha suerte.

Foto: EFE/elpais.com

2 comentarios:

  1. Ojalá el mandato de Sandro esté lleno de títulos. Le deseamos toda la suerte del mundo y tiene todo nuestro apoyo.

    Saludos.

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  2. Hola!
    Mañana podrá empezar a cumplir su palabra.
    saludos
    sílvia

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