lunes, 30 de marzo de 2009

La segunda (o tercera) juventud de Sylvinho


En las plantillas, y más en las que pretenden ser campeonas, siempre debe haber algún futbolista del estilo a Sylvinho. Jugadores que nunca entran en las quinielas para formar en el once ideal pero que asumen su rol y dan la cara en todo momento. Futbolistas llegados para ser un recurso pero que nunca son un problema, sino una solución. Profesionales que no siempre son recordados como me merecen pero que permiten a un buen número de jugadores ser un equipo.

Silvio Mendes llegó a Barcelona en el verano de 2004. Había descendido a Segunda División con el Celta y Txiki vio en el brasileño una buena solución para el lateral zurdo. Al igual que Giovanni van Bronckhorst, con el que compartió posición durante tres temporadas, había abandonado en su día el Arsenal ante el ostracismo al que Ashley Cole le había relegado. Su precio (1'5 millones de euros, apenas 250 millones de pesetas) invitaban a probar fortuna. Y Sylvinho no defraudó.

Frank Rijkaard siempre tuvo claro que su titular era Gio, pero al igual que sucedió en otras posiciones sobre el terreno de juego, recurrió durante sus años dorados a las rotaciones para mantener frescas las piernas ante el reto de ganar Liga y Champions. Por ello, en todo momento Sylvinho se sintió importante dentro del equipo, jugando casi la totalidad de la Copa del Rey y más de diez partidos por temporada de Liga. Y, sobre todo, dentro del vestuario. Su personalidad responsable y su profesionalidad le llevaron a ser un auténtico 'padre', un gran consejero para los más jóvenes y las estrellas. Si el Barça de Rijkaard comenzó a desmoronarse fue en parte porque gente como Ronaldinho dejó de mirarse en el espejo de ese veterano lateral brasileño que nunca levantaba la voz.

Siempre fue, como ya se ha dicho, la 'rotación' de Van Bronckhorst. Muchos otros hubieran dicho en rueda de prensa aquello de "quiero jugar más", pero Sylvinho no. Sylvinho conocía su cometido y como tal, entrenaba a tope siempre para estar a punto, era un ejemplo para sus compañeros y demostraba sobre el césped que se podía contar con él. Su técnico sabía que no iba a defraudarle. Su participación, por ejemplo, en la Champions ganada por el Barça se limitó a 21 minutos en Stanford Bridge por lesión de Gio. ¿Alguien le oyó quejarse? Nadie. Y, pese a ello, celebró como el que más el título, eso sí, después de consolar uno por uno a sus ex-compañeros del Arsenal.

Pero si en el vestuario era un ejemplo, también lo era en las ruedas de prensa, en sus declaraciones. Recuerdo siempre una ocasión en la que Raúl Bravo afirmó que siempre quería que perdiera el Barça. Cuestionado al respecto, y donde los más brucos hubieran dicho "yo siempre quiero que pierda el Madrid" y los más diplomáticos "no opino de lo que dicen desde otros equipos", Sylvinho afirmó "yo siempre quiero que gane el Barça". La mejor manera de aunar en una sola frase el "me da igual lo que digan desde otros equipos" y el "yo me centro únicamente en mi equipo". Cuando las cosas no han ido bien, siempre ha dado la cara, aunque los responsables fueran otros.

Ha sido y es, por tanto, un ejemplo en los entrenamientos, en la rueda de prensa, en el césped y en el vestuario. Por todo ello, con 35 años sigue en el Barça pese a que renueva anualmente desde hace ya tres temporadas. Por eso y porque sigue en buena forma. No está para ser titular toda la temporada (los años pesan) pero sigue siendo un valor seguro en caso de necesidad, como ha sido ahora la ausencia por lesión de Abidal. Aunque no sea un gran defensor, cumple. Gran parte del actual éxito (que esperemos se traduzca en títulos) lleva por apellido Mendes.

Sylvinho, durante un partido de Liga de Campeones (Foto, EFE)

5 comentarios:

  1. Hola Gamón1984!
    Suscribo la entrada. Resume a la perfección la profesionalidad de una buena persona. Lateral cumplidor, acompaña y guía a los jóvenes, y da una lección de clarividencia cada vez que sale en rueda de prensa.
    Se da por hecho que no seguirá una temporada más en el Barça...La edad es un hándicap, pero si se ha cuidado (y lo ha hecho) no encuentro ninguna razón por la que no deba seguir otra temporada.
    Y encima es tocayo... ;)
    Saludos.
    Sylvinha

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  2. Sylvinho es un jugador que me encanta. Siempre cumple, es trabajadory nunca tiene una palabra de más.

    Me alegro por él.

    Saludos.

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  3. hola crack, gran artíulo sobre Silvinho. Gran jugador.
    saludos desde
    futbol-chicks.blogspot.com

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  4. @ Sylvinha.

    también el año pasado se dijo que SEGURO que no seguía y ahí le tienes. desde luego, hay que encontrar algo bueno en el mercado, sino, no merece la pena arriesgarse, porque la aportación de Sylvinho va más allá del césped. Un saludo.

    @ Gabriela.

    Es que Silvio es especial, es un tío que dudo que le caiga mal a alguien, te guste más o menos futbolísticamente. Un saludo.

    @ josé sellés.

    Gracias ;)

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  5. Espectacular comentario sobre mi ídolo. Si si, mi ídolo.
    Sylvinho ya lo seguía cuando estava en el Celta, pero cuando fichó por el Barça me puso los pelos de punta. Se ha merecido todo lo sucedido este año. Y jugar la final de la Champions y como lo ha hecho, no tiene precio.

    Exigo la renovación ya! Sylvinho quédate, Sylvinho quédate, Sylvinho quédateeeee!

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